CAPÍTULO VII

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Misa se quedó muda ante la sugerencia de su amiga, ¿pedirle ayuda a Charlotte Katakuri? -No lo haré.

-Es tu única opción.

-No, él fue uno de los que me secuestro me trajo a este lugar y además... -Recordó el incidente que habían tenido en la biblioteca.

-No puedes darte el lujo de ser orgullosa, sí lo que quieres es sobrevivir, debes ir donde él y pedirle que hable con sus hermanos. -Mai había liberado a la chica de sus ataduras, las cuerdas habían dejado marca en sus manos y pies.

-Si voy le pido este favor y él...

-Él no es como sus hermanos, te dije que no se fija en cualquier chica, tú no eres de su tipo. -Ambas chicas salieron del salón y fueron a su recámara, Mai le trajo una sopa a Missa ya que no había comido nada en todo el día. -Tienes suerte porque los hijos mayores de mamá dormirán aquí esta noche, puedes ir a la habitación de Katakuri-sama y hablar con él.

-No.

-No ves que puede ser tu única salvación.

-Y si no quiere ayudarme ¿de que me serviría ir entonces?.

-Y qué tal si lo hace, los niños lo adoran y respetan como si fuera su padre, ya que no puedes quejarte con mamá puedes decirle a él lo que está pasando y podría hablar con ellos.

-No lo sé, es que...

-Ven -la tomo de la mano y salieron. -Te llevaré a la habitación del amo. -Missa trató de oponerse pero no tenía la fuerza suficiente, caminaron un buen rato, hasta que llegaron a los aposentos del comandante sweet. -Ves esa puerta, ahí está Katakuri-sama.

-Ya es muy tarde, tal vez este durmiendo.

-Deja de poner excusas y ve, te esperaré en la habitación. -la empujó y ella se paró frente a la puerta, "¿Será que sí es diferente tal como dice Mai?, en la biblioteca me dio el libro sin ningún interés, talvez si podría ayudarme con este problema". Estaba a punto de tocar el gran portón, pero luego recordó "eso" y sintió mucha vergüenza de verlo otra ves. Se quedó ahí unos segundos, estuvo a punto de tocar nuevamente, hasta que de repente la puerta se abrió, la chica se quedó paralizada, tenía delante suyo al pirata qué lucía tan imponente.

-¿Qué haces aquí?.

-... -no le salían las palabras.

-Si no tienes nada que decir entonces retírate, oigo tu respiración hasta adentro. -Se dio media vuelta para cerrar el portón.

-Espere. -Katakuri la vio por sobre el hombro. -Espere por favor, ¿podría hablar con usted un momento?. -El comandante no entendía porqué la joven lo buscaba a media noche para hablar con él, así que abrió la puerta para que pasara a su habitación. Ella no pudo evitar sonrojarse ante esa invitación pero no tenía de otra y entro, al escuchar la puerta cerrarse tras de sí, se puso todavía más colorada, mientras él se dirigió al sofá para escuchar lo que quería decir y la observo detenidamente. La chica se veía nerviosa, sus ojos veían de un lado a otro menos a él, pero lo que más le llamó la atención fueron las marcas que tenía en sus manos.

-Te diría que tomes asiento, pero cómo ves los muebles son para alguien de mi tamaño.

"No puedo verle el rostro, pero ya estoy aquí, debo hacerlo" pensó y tomó valor para verlo cara a cara. -Descuide estoy bien así... yo yo necesito su ayuda por favor, con respecto a sus hermanitos.

-Qué pasa con ellos.

-Cómo sabe su madre me designó como su tutora, para ayudarlos en sus estudios y le prometí qué haría mi mejor esfuerzo.

Charlotte Katakuri x OC  Nuestro Amor prohibido Donde viven las historias. Descúbrelo ahora