Charlotte Katakuri x OC Nuestro Amor prohibido

CAPITULO IX

La chica estaba sumida en sus pensamientos, hasta que una mano se agitó frente a su rostro.

-Hola la tierra a misa, ¿qué pasó? de repente te quedaste muda.

-Lo siento solo me distraje un poco.

-También te sonrojaste cuándo te hablaba de Katakuri-sama.

-¿En serio? No me había dado cuenta. -dijo sonrojándose todavía más.

-¿Acaso el primer comandante te gusta?

-¿Qué? Claro que no, te dije que él fue uno de los que me trajo como prisionera. -Esta vez la pelirosa estaba como un tomate.

-Bueno, no es de sorprenderse casi todas las mujeres de Totto Land están enamoradas de él.

-Pues yo no, agradezco el que me haya ayudado; pero eso no quiere decir que me haya enamorado.

-Y cómo sabes si no lo estás. ¿Te has enamorado alguna vez?.

-No... pero estoy segura qué no es amor ni nada parecido.

-Esta bien está bien te creo. -le dijo agitando las manos.

Missa solo suspiró -Cambiando de tema, les prometi a los niños que les prepararía dulces mañana, ¿podrías ayudarme a entrar a la cocina cómo lo hiciste hoy? -le suplico juntando las palmas.

-Claro para eso están las amigas, ayer no se dieron cuenta de tu presencia, espero que mañana tampoco, si Streusen-sama te ve no quiero imaginar lo furioso que se pondrá.

-Gracias Mai.

Al día siguiente.  Muy temprano por la mañana ambas chicas se dirigían a la cocina, -¿Que harás hoy?.

-Quiero hacer nuevamente dulces de wagashi, después de todo son muy llamativos y seguro les gustará, -ya en la cocina las chicas se pusieron a preparar el dulce.

-Sabes te tengo buenas noticias.

La joven Ayame pauso lo que estaba haciendo para escuchar con atención.

-Algunos hijos de mamá se fueron a sus Islas entre ellos los que te acosaban y no vendrán en muchos días, por fin podrás caminar libre por el castillo.

"¿Algunos hijos? Me preguntó si él también se fue".

-No te exaltes tanto amiga.

-Disculpa Mai claro que es una buena noticia, gracias. -le sonrío. Missa quería preguntarle si el primer comandante también se fue, pero prefirió no hacerlo ya que le daría más razones para sospechar de ella. Igual que la otra vez la joven le prestó mucha atención a los detalles y le salió tan bién como la primera vez, cuando terminó lo puso en una caja para después adornarlo.

Mientras tanto en la habitación de los pequeños Charlotte.

-Onii-chan ¿que haremos con la maestra? -Preguntó Normande.

-Pues no tenemos de otra, cumpliremos la promesa que le hicimos a onii-sama o sino, no votara por mi como hermana favorita de la familia.

-Yo también quiero que vote por mi. -dijo Ananá.

-Nadie votará por ti porque estás loca -se pronunció Wafers.

-¡No estoy loca! -respondió con mirada asesina y Wafers se escondió bajo la cama.

-Pero el hecho de haberle prometido a onii-sama que me portaria bien; no significa que confiare en ella, voy a seguirla y saber cuales son sus verdaderas intenciones.

El desayuno había terminado así que Missa y los pequeños se fueron al salón.

-Buenos días a todos estoy contenta ya que en este día empezaremos oficialmente con las clases de tutela y como ayer prometí les prepararé un regalo. -puso la caja en el escritorio, los pequeños Charlotte se vieron muy interesados.