Mary Grayson

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Narrador omnisciente

Mary Grayson era una mujer hermosa, de pelo naranja largo con mechones sobre sus orejas del lado izquierdo, tenía ojos verdes oscuro, a simple vista ella y su hijo no se parecen, pero si vez de cerca, se notará que la forma de sus ojos y su rostro facial son iguales. Ella era de altura promedio y era espectacular en la gimnasia, al parecer representó su país en varias competencias.

Hasta donde Dick sabía, sus padres se conocieron cuando tenían 18 años, su madre venía de una familia de clase medio alta, habían llegado al circo que visitaba su ciudad y ahí conoció a su padre. Al parecer siguieron viéndose y terminaron enamorándose, pero al año siguiente su familia la descubrió y le gritaron por salir con un gitano y la hicieron elegir entre su padre o su familia. Su madre se fue con su padre de una, al parecer estaba harta de su familia materialista y no quería tener nada con ellos por lo abusivos emocionalmente que ellos eran con ella. (Probablemente también físicamente, escuchó rumores en el circo sobre eso, pero sinceramente si eso era cierto, no le sorprendería, a su madre se le notaba el desprecio hacia ellos con su tono de voz.)

Hasta donde sabe, su familia materna terminó repudiándola y no le ofrecieron nada de dinero o apoyo una vez que se fue, simplemente le sacaron de una sus cosas y la dejaron sola en la calle. Afortunadamente, el circo la aceptó amablemente y ella se quedó con su padre, unos años después terminaron casándose, siendo su tío el padrino de la boda.

Dick, personalmente, estaba muy feliz por su madre. Y por las pocas historias que escuchaba de su madre contar cuando estaban con sus tíos y su primo, odió muchísimo a sus abuelos y al resto de sus familiares maternos, por lo que le pareció bien que ella no volviera a contactar con ellos. Y sabía perfectamente que sus tíos y la otra gente del circo estaba de acuerdo.

Dick amaba a su madre profundamente, era una mujer leal, valiente y amable. Ella siempre se aseguraba de que todos estuvieran bien y siempre lo consolaba cuando tenía pesadillas, dejándolo acostarse con ella y su padre en su cama.

Le parecía raro verla a ella y a su padre y sus tíos, mostrarse reacios cuando aparecían búhos cerca de ellos. Él y su primo, John, no entendían por qué ellos no los dejaban salir hasta tarde en la noche para verlas, por lo menos no solos sin un adulto, pero aun así se lo tenían prohibido. Fue más su curiosidad cuando su primo a los 10 años empezó a actuar igual que sus padres y prácticamente se convirtió en su madre gallina.

Cuando les preguntaba a sus padres sobre eso, su padre trataba de cambiar de tema y su madre lo llevaba a la cocina y le daba un bocadillo y hablaba de otras cosas, harto le preguntó a ella una vez que no había nadie en casa a parte de ellos dos. La pelirroja lo miró con una sonrisa triste y le dijo: ''Cuando tengas edad suficiente, lo entenderás, ahora, ¿Quieres un chocolate?''

Diablos, su madre si sabía chantajearlo. Pero valió la pena, el chocolate estaba bueno.

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Dick se despertó emocionado ese día, por primera vez participaría en el acto del circo con el resto de su familia, aunque no podrá hacerlo por completo debido a que aún era muy menor para participar, por lo que haría solo el acto final.

Se puso su ropa de siempre y salió a desayunar, ahí se encontraban sus padres, sus tíos y su primo. Este último le tendió su plato con su desayuno una vez que se sentó y su padre le sacudió el pelo.

—Feliz cumpleaños mi lindo sobrino. —dijo con una sonrisa su tía Karla, quien estaba obligando a Johny a que comiera las verduras de su plato. Con eso recibió felicitaciones del resto de su familia.

—¿Dormiste bien Dick? —preguntó con curiosidad su madre, que ya estaba terminando de comer. El azabache hizo un sonido de afirmación mientras comía.

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