Chica de repuesto.

¿Superlicencia?

Bueno, antes de comenzar quiero decir que no sé por qué los guiones se ven cortos :( al editarla se ven los guiones largos, así que trataré de solucionar el problema porque no me gusta cómo se ven los guiones cortos.

Perdón chiques:(

Eso sería todo, ahora sí, disfruten!

...

Miércoles, 4 de enero del 2020.

Woking, Inglaterra.

—¡Julia juro per mia mamma que si no bajas ahora mismo, subiré y yo misma te bajo pero a golpes, niña!

Ahhh, hogar dulce hogar. Olor a huevo quemado en el sartén, música de Gio a todo lo que da y los dulces buenos días de mi mamá por la mañana, estoy encantada.

—Aguas con eso, mamá. ¡No olvidemos que los golpes no siempre son castigo para mí! —grité de vuelta, buscando alivianar el ambiente con una pequeña broma, aunque creo que no funcionó porque pronto escuché a mamá venir a toda prisa por las escaleras.

Sabía que mamá enojada daba miedo, por lo mismo me paré como si mi vida dependiera de ello (ahora mismo, sí depende) y me quedé parada a un lado de mi cama esperando a mi madre.

1...

2...

y... 3

Mamá apareció por la puerta con su chancla en la mano, lista para deformar mi carita.

—Si no estás en cinco minutos, Julia, te dejo, ¿oíste? ¡Te dejo!— dijo mi dulce madre mientras me apuntaba con su arma homicida, la cruel y despiadada chancla.

Yo sólo alcé las manos soltando un suspiro de resignación y me dirigí a la ducha.

Ya después de haberme "arreglado", bajé a la cocina y ahí vi a Gio, que  ya estaba bañado, cambiado e incluso desayunado. ¿Cómo mierda? no sé, a veces creo que no se baña bien, pero ¿Quién soy yo para juzgar?

—Buenísimos días, hermanito, ¿Listo para irnos?

—No puedo creer que aunque hoy sea el día de la entrega de tu superlicencia, vas tarde.

—Es que no voy tarde, Gio, aún faltan 15 minutos para la cita.

Gio suspiró un tanto frustrado y simplemente se puso a caminar con prisa hasta la puerta.

—Trae una manzana o un plátano, en verdad no queda más tiempo. Rápido.

Luego desapareció por la puerta sin decir nada más.

Wow. 15 minutos faltan y el imbécil este se comporta como si llegáramos tarde a un premio Nobel.

Estaba nerviosa, honestamente. Hoy finalmente era el día. Me entregarían mi superlicencia y estaba a un sólo test con Mclaren para poder entrar a la formula 1. Es más, decir nerviosa es poco. Juraba que si abría la boca para decir algo, probablemente vomitaría.

En el camino Gio se encargó de darme sermones junto con mamá, que iba muy enojada manejando. Ambos son las personas más puntuales que he visto en mi vida y yo... bueno, tengo salud y mala memoria.

Les mentí y les dije que hoy desperté tarde por quedarme estudiando ayer, pero la verdad es que me pasé toda la noche viendo tik toks de cocina. Me satisface. Además no me pueden culpar. ¡Las noches son mi único escape! Son los pequeños momentos en los que puedo estar sola sin que nadie me moleste.

—Julia, pasaremos por ti a la 1:00 en punto. Por favor te quiero en la puerta antes de esa hora, hoy tenemos la comida con Jos y su familia.

Oh, por cierto, olvidé mencionar eso. Hoy tendremos una comida en casa a la que asistirá el "gran" Jos Verstappen, Max, su hijo y también su esposa. Énfasis en "gran". Es un señor que no ha hecho más que traumar al pobre Max y no me agrada.