Especial.

300 25 9
                                    


Viernes, 21 de mayo de 2020.

POV de Carlos.

Ya pasaron casi dos semanas desde lo de Julia y no he podido sacármela de la cabeza, hay noches en las que incluso muero por correr a ella pero el enojo no me lo permite.

Enojo porque ella no quiere lo mismo (aunque no sea justo, me enoja, sí) y enojo porque aún después de todo, el imbécil de Pierre sigue merodeando a su alrededor. Malditos franceses y su acento de mierda.

Ahora mismo me encuentro por terminar de desayunar en el paddock, y es entonces cuando escucho a alguien llamando mi nombre.

—¡Carlos! ¡Ahí estás, cabrón! —río por lo bajo al escuchar la pobre pronunciación de Charles en español y después me levanto para saludarlo.

—¿Para qué me buscabas? —ambos salimos juntos del comedor y nos dirigimos hacia la zona de los boxes.

Veo que se queda un rato pensando, y después de un par de suspiros es cuando decide hablar y nos hace frenar en medio de la gente.

—Has estado muy distante y, no sé, los chicos y yo queremos que sepas que estamos para ti, ¿sabes? no sólo somos amigos de Julia, no te tienes que apartar o algo así —miro un tanto incómodo hacia otro lado y antes de contestar, carraspeo mi garganta para asegurarme de no trabarme al hablar.

—Lo sé, lo sé, no tienen que decírmelo, simplemente me sentía un poco fuera de lugar, ¿sabes? más porque bueno... tú eres mejor amigo de Pierre y me daba algo de pena, supongo —me alzo de hombros y suspiro aliviado después de haber sacado eso. Charles es un buen amigo, pero no puedo evitar la incomodidad de ahora por las relaciones que tiene con dos de las personas que no han dejado mi cabeza estas últimas dos semanas.

Sin embargo, Charles con ese entusiasmo característico que tiene, hace un movimiento con sus manos restándole importancia al asunto y vuelve a ponerse en marcha junto conmigo.

—Te digo que esos son problemas de ustedes, no estoy de acuerdo en que hayas tenido que golpear a Pierre para eso, pero repito, los tres son adultos que manejan sus asuntos y nosotros somos amigos de los tres, no vamos a tomar un bando o algo así, y ahora, ¡Anímate, hombre! ¡Estamos en Mónaco! —su sacudida de hombros me hace reír y después de casi dos semanas finalmente me siento cómodo.

                                          (...)

Después de aquella conversación con Charles, mi ánimo mejoró y sentí que pude volver a ser yo. No es la primera vez que lo hace, definitivamente ha estado para mí en muchas ocasiones y lo aprecio bastante por ello.

Mientras discuto con mis mecánicos acerca del rendimiento del auto en la FP1, puedo divisar a Julia a unos cuantos metros de distancia. Se le ve incómoda y hay otra figura de ¿un hombre? frente a ella.

Estoy tratando de verdad de no perder mi atención en mis mecánicos, pero las ansias me carcomen y les pido un minuto antes de salir corriendo en dirección de Julia.

Cuando me acerco, logro escuchar que el hombre frente a ella se llama Tony, aquel nombre me suena de algún lado, recuerdo que Conte lo mencionó en alguno de los juegos que solemos hacer.

Tony... Tony... ¡Mierda, Tony!

Mi mente y mi cuerpo no están en coordinación casi nunca, pero al parecer hoy decidieron funcionar juntos y me encuentro caminando más rápido hacia donde están ambos.

No lo dudo y en cuanto llego envuelvo mi brazo alrededor de la cintura de Julia y la pego a mi cuerpo mientras dejo un corto beso en su frente.

—Mi amor, ¿Por qué tardabas? te he estado buscando por todos lados —le hago un puchero muy disimulado a Julia, que tarda en entender lo que pasa, pero en cuanto lo hace, no tarda en responderme.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Nov 30, 2023 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Chica de repuesto.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora