Un Destino Verdadero...

Volveré dignamente

En el reino celestial elemental, se llevaba una discusión sobre los hechos y las malas decisiones de los hermanos Shi...

Tianbao: —Shi QingXuan tu no tienes la culpa...solo fuiste utilizado e ingenuo ante las decisiones y acciones de tu hermano, no te estamos castigando por desobedecer las reglar de los dioses elementales, nosotros te castigamos porque viste la verdad ante tus ojos, pero decidiste creer ciegamente y aceptar lo que tu hermano hizo— dijeron los ancianos de manera triste.

—lo sé, no estoy orgulloso de mis decisiones, pero qué podía hacer... era mi hermano y yo simplemente siempre he sido un inútil sin talento.— mencionó Shi QingXuan pensando que esta conversación no tenía sentido alguno.

Tianbao— no eres un inútil, pero tu destino tuvo que ser cortado hace muchos años... no tenemos duda que, si tu hubieses continuado viviendo el destino que el libro de la vida te dio como un humano normal, tu vida hubiese sido mejor, porque quizás era una vida corta, pero era honesta.—

— honesta... quiero tener la oportunidad de vivir de manera digna— susurró Shi QingXuan.

El grupo de ancianos se vieron a los ojos como si estuvieran adivinando el pensamiento del otro, — Shi QingXuan, nosotros no podemos darte una nueva oportunidad, pero... existe la posibilidad de que los dioses de la vida y el tiempo se apiaden de tu alma, la cual es un Alana que nunca pudo ser.— mencionaron los ancianos. — pero eso significa que reencarnarias como una planta, un árbol o como el aire... todo es posible— sentenciaron los ancianos.

— eso se escucha bien... en qué momento comenzarán?— pregunto Shi Qingxuan con su voz cansada.

— ahora mismo— pronunciaron los cuatro ancianos.

Shi Qingxuan ya no tenía mucha fuerza, su cuerpo mortal apenas se podía mover, cada paso que daba le dolía como si estuviera siendo apuñalado por finas espadas. Poco a poco se percató de que su cuerpo estaba volviendo a estar como cuando era un vagabundo, su brazo y su pierna no respondían, eso le incomodó. Por un momento ya no pudo caminar y se quedó estático, los guardias observaron sus movimientos y lo llevaron a cuestas a la plataformas de cristal...

—oh, tiempo sin verte linda plataforma— dijo en su mente, recordando que una vez tomo vino encima de ella. — jeje el karma me llegó...—agregó a su pensamiento — y de diferentes parte.—

Shi Qingxuan se encontraba en el medio de la plataforma, al pisar los garabatos escritos sobre ella, sintió una fuerza perturbadora y aterradora. Al mismo tiempo, el cielo comenzó a tornarse oscuro, con una oscuridad tan penetrante que sus ojos verdes, se volvieron grises. Shi QingXuan estaba temeroso, sabía que su fin se acercaba y que no podía hacer nada más que aceptar lo inevitable, su fin, pero se llevaría los recuerdos hermosos que alguna vez le pertenecieron.

Pero esa felicidad mental fue perturbada, porque fue despertado de sus pensamientos, cuando algo frío se enroscó en sus muñecas, al observar cuidadosamente pudo ver que eran unas cadenas, lo cual lo asusto. La sensación de DejaVu surgió en su corazón, no pudo evitar dejar caer unas cuantas lagrimas, al recordar lo que había sucedido...

—yo... tengo miedo— dijo Shi QingXuan entre lágrimas.

Poco a poco las nubes y los relámpagos comenzaron a bajar envolviendo a la débil figura del que alguna vez fue el Señor del Viento, el hombre más hermoso del mundo elemental, con el pasar del tiempo solo se pudo escuchar un estruendo y al mismo tiempo el sonido de cadenas caer...
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—eso fue...— dijo Xie lian con una voz que apenas se puso escuchar.

No muy lejos en las manos de He Sheng se encontraba el medallón que había recibido hace poco, y esté tan solo unos minutos estaba temblando, como si estuviera pidiendo ayuda y ahora... ahora dejo de tener vida... su luz desapareció.

— no te vayas— susurró He Sheng con un nudo en la garganta. — yo...—

Dejo de ver el medallón y voló su espada lo más rápido posible, no estaba lejos de donde se hacían los castigos, pero su corazón ya estaba sintiendo un dolor horrible de perdida...

Al llegar al sitio, observó como cuatro personas, estaban encendiendo incienso en las orillas de la plataforma de cristal, pero... no había nada sobre la plataforma, solo unas cadenas rotas.

—Dónde está?...—- dijo He Sheng con una voz que nadie escuchó. — dónde está??—- Gritó.

Los cuatro ancianos voltearon, solo para ver que la calamidad de Aguas negras se encontraba detrás de ellos, entendieron a lo que se refería He Sheng con sus palabras, solo dieron una breve respuesta — línea de reencarnación— y luego desaparecieron.

—línea de reencarnación— pensó He Sheng. —cuándo y cómo volverás..—