4. Defenceless

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Aquí me encuentro, observando mi reflejo a detalle por tercera vez frente al espejo, no me veía tan mal. Me puse un jean negro, el mismo que había usado en la fiesta, unas zapatillas blancas, camiseta negra y campera de jean, también negra. Estoy comenzando a pensar que tengo una obsesión con ese color.
Taehyung me había avisado que pasaría por mi a las 21 hrs y tan solo faltaban unos minutos para que se hiciera la hora. Tengo que admitir que estoy muy nervioso, no paro de caminar por toda la habitación mientras tarareo una canción para en un intento algo tonto de calmarme. 
Ya son las 22:00 y Taehyung no aparece, me siento un idiota. Como me dejé convencer para hacer esto, él solo estaba aburrido y quería divertirse...seguro esta en su mansión de chico rico riendose de lo tonto que fui en creer que quería juntarse conmigo. A medida que los minutos pasaban mis ojos se llenaban de lágrimas que intentaba retener, ¿Por qué me afecta tanto ésta estupidez? Soy patético. Me quité la ropa para luego arrojarla mientras retenía las lágrimas. 
Luego de ponerme el pijama, me acosté en la cama y le escribí un mensaje a Hwasa. 
-Taehyung me dejó plantado. 
-Oh ya voy a tu casa y llevaré alcohol. 
-No es necesario.
-Si que lo es, no finjas que no te afecta lo que hizo. 
Tire el celular a mi lado y me quede observando el techo. Lo peor de todo esto es que no me mandó ni un mensaje para avisarme que no vendría, que soy un tonto por haber creído que en serio quería salir conmigo. 

KIM TAEHYUNG
Me estaba dando una última mirada en el espejo antes de salir de mi habitación, tengo que admitir que me veía bastante bien. Me puse un jean negro, una camisa negra con detalles en blanco la cual tenia los primeros dos botones desabrochados y unos zapatos del mismo color que el jean. Faltaban tan solo unos minutos para tener que pasar a buscar a Jungkook deseo que todo salga perfecto, me gusta demasiado y puedo notar que él también está algo interesado. Intente hacer a un lado mis nervios y salir de una vez de mi habitación. Iba bajando las escaleras con un poco de prisa cuando me encontré con mi padre. 
- Hijo, veo que ya estás listo- estaba entre sorprendido y definitivamente muy confundido. 
- ¿De qué hablas, padre? 
En casa solo vivíamos él y yo, debido a que mi hermano mayor vive en Estados Unidos con su esposa, mi madre murió cuando yo tenía 8 años. Desde entonces mi padre se volvió adicto al trabajo y gracias a eso se convirtió en un gran empresario y sobre todo consiguió obtener demasiado dinero el cual me deja utilizar sin límites para compensar que no está nunca en casa.
- Hoy cenaremos en casa de la familia Park, te hable de ellos- me miro de pies a cabeza- te ves bien pero no como para cenar con gente importante, ve a cambiarte.
 - Padre, hoy tengo planes- su expresión al oír eso me dio a entender que eso no le interesaba. 
- Tengo planeado hacer negocios con esa familia, no puedo ir solo- ambos permanecimos serios- asistir a los mejores lugares con mi dinero, en el auto que yo compre y con ropa que yo pagué tiene su precio así que si yo te pido un favor tienes que obedecer. 
- Por favor no me hagas esto hoy-le suplique aunque sabía que él no cambiaría de opinión. 
-¿Vas a cenar con el presidente? 
- No. 
- Entonces no es más importante que los negocios. Ponte el mejor traje que tengas y baja rápido de lo contrario no te devolveré esto- sacó de su bolsillo mi celular. 
-¿Es en serio?- sentía demasiada irá, pero me calme. 
- Si tengo que repetirlo una vez más te vas despidiendo de tu vida lujosa y de tu preciado celular, Taehyung 
- Bien- solté un suspiro frustrado y subí a mi habitación. 
Estaba muy enojado, tenía tantas ganas de ver a Jungkook pero no podía desafiar a mi padre, nunca lo hice. Para peor el maldito tiene mi celular y no puedo decirle que no podré ir, imaginarlo arreglado esperándome juro que me parte el corazón. 
- MALDITA SEA!- golpee mi escritorio provocando que algunas cosas cayeran al suelo.
Una vez en la limusina de mi padre le pedí amablemente mi celular, pero se negó a darmelo hasta que termine la noche, intenté convencerlo pero sólo conseguí una amenaza más de su parte. Tardamos una hora en llegar a la mansión de los Park, todo el viaje se mantuvo en silencio mientras mirábamos por la ventana. Además de que lo deje plantado no voy a poder contarle la razón por la que no podré ir, debe odiarme y no lo culpo. 
- Escúchame bien, hijo - me volteé a verlo-  los Park tienen una hija de tu edad- en ese precisó momento entendí el motivo por el que estaba ahí. 
- No voy a coquetear con ella, no estoy de ánimo. 
-Vas a coquetear con ella hasta que la cena termine y yo cierre el trato con su padre. 
-¿Es necesario que haga esto? 
- Solo te pido que finjas que te interesa su hija para que ella le ruegue a su padre que firme con nosotros para poder verte más seguido. Ya deja de cuestionar todo lo que te pido, tu hermano jamás me cuestionó nada. 
-De acuerdo...lo haré. 
- Gracias y por favor quita esa cara de enojo, basta de berrinches, sonríe y sé amable. 
Nos sirvieron para cenar una comida rara que sinceramente no escuche el nombre pero tenía un buen sabor al menos. La chica con la que mi padre me forzó a coquetear se hacía llamar Rosé es bastante delgada, su cabello es rubio demasiado claro, sus ojos estaban un poco menos rasgados que los míos, era bastante más bajita que yo y por su actitud se notaba que era la típica chica superficial e insoportable. Como era de esperarse la sentaron a mi lado y mi padre cada tanto me echaba una mirada para corroborar que estaba cumpliendo con lo que el me ordeno.
- El fin de semana pasado fui a París con mi mejor amiga y visitamos unas tiendas divinas, fue terapéutico hacer compras en otro país- le dediqué una falsa sonrisa, quiero matarme. 
- Me imagino lo bien que la pasaste. 
-¿Te gusta ir de compras? 
- En ocasiones voy pero estoy seguro de que no me gusta tanto como a ti- ella no paraba de sonreír de una forma seductora y se notaba que estaba comiéndome con la mirada, si tan solo supiera que no me gustan las mujeres se sentiría muy patética en este momento -¿Te gusta leer? 
- No, pero me gustan las películas ¿Quieres ver una?- mi padre seguía observando fijamente. 
- Hay buenas películas en el cine, en unos días podríamos ir. 
- Tengo una habitación que es idéntica a una sala de cine- matenme por favor matenme. 
- Que hermosa coincidencia- dije con una sonrisa pero por dentro estaba llorando. 
- ¿Te gusta mi vestido? 
Le eché un rápido vistazo. Era un vestido dorado con detalles en negro, le quedaba un poco mas arriba de la rodilla y tambien tenia brillos. 
- Es hermoso- creo que entendió que era un cumplido para ella ya que su sonrisa se hizo mucho más grande, el cumplido en realidad era para el vestido. 
- Lo hicieron especialmente para mi-pega un pequeño grito de emoción, miré a mi padre con una disimulada expresión de “ayudame" y al parecer le di pena porque al instante comenzó a hablarle a Rosé quien por fin me dio unos minutos de descanso. 
La noche paso muy lenta, para mi se sintio como una tortura. Cuando por fin llegamos a casa, mi padre me devolvió el celular para luego encerrarse en su oficina, por mi parte subí a mi habitación. 
Estaba rozando la desesperación, quería explicarle todo a Jungkook. Lo llamé cuatro veces pero no me respondió, estoy seguro de que está ignorándome y para ser sincero, me lo merecía. Me puse el pijama para luego acostarme, necesitaba escucharlo diciéndome que estaba todo bien pero sabía que eso no pasaría porque el me debe odiar. Voy a dejarle un mensaje con la esperanza de que lo lea y me responda. 
-Lo siento, quiero explicarte lo que pasó... 
Como era de esperarse no obtuve respuestas, odio saber que está enojado conmigo y quizás pensando en que lo hice a propósito. Mañana voy a compensar lo que hice esta noche y esta vez nadie evitará que yo vaya a verlo. 
Al día siguiente luego de unas largas y aburridas horas en la universidad decidí dar unas vueltas cerca de la biblioteca de la que él se iba cuando lo encontré el día de lluvia. 
Los minutos pasaban y no había rastros de Jungkook, me estaba comenzando a frustrar. Quizás ni siquiera salió de su casa y yo estoy como un tonto dando vueltas. Estaba estacionado delante de la biblioteca pensando en rendirme e irme a casa pero mis pensamientos fueron interrumpidos por el sonido de su voz. Se encontraba parado a unos pasos de mi auto hablando con un chico y una chica, rápidamente apagué el motor de mi auto y baje.
Al ver que me acercaba Jungkook puso los ojos en blanco, aún molesto se ve hermoso 
- Antes de que me digas que soy un idiota y que me vaya, necesito explicarte lo que paso- no lograba descifrar que pasaba por su cabeza, su rostro no tenía ningún tipo de expresión. Las otras dos personas que estaban hablando con él hace unos segundos me asustaban un poco, lucían como si quisieran asesinarme o algo por el estilo. 
- No quiero escucharte. 
- Por favor- él miró a los otros dos y luego volvió a clavar sus ojos en mí, pero no decía ni una palabra-  me arrodillaria para pedirte que por favor vengas conmigo, pero este pantalón es costoso y este piso parece muy sucio -mi intento de ser gracioso parece que hizo efecto ya que el soltó un suspiro pesado. 
- Está bien -giró los ojos en señal de fastidio- Nos vemos, chicos. 
- Adiós, Kook -lo saludo la chica y luego de echarme una mirada asesina, se alejó. 
- Nos vemos-el chico palmeó su espalda y fue detrás de ella. 
Era muy evidente que me odiaban, había lastimado a su amigo así que tienen motivos para matarme con la mirada sin que me enoje. Jungkook subió al auto y luego me subí también. Había organizado una cena, todavía era temprano pero voy a pensar que es una cena en un restaurante que tenía las mejores vistas. 
- ¿Estás molesto? 
- No -se notaba que si lo estaba así que decidí dejarlo tranquilo. 
El camino fue silencioso, solo se escuchaba la música de la radio que estaba en un volumen bajo. Una vez en el lugar estacione el auto y ambos nos bajamos, al entrar él estaba fascinado pero trataba de disimular para no demostrar que su enojo no era tan grave como yo pensaba. 
- Buenas tardes, caballeros-nos saludó un señor con una sonrisa amigable- ¿Tienen reserva? 
- Si, a nombre de Taehyung - el señor reviso la computadora - La mesa 19, al lado de la ventana para que disfruten de la hermosa vista. 
- Muchas gracias. 
Al alejarnos del señor, Jungkook suelta una pequeña risa causando que le eche una mirada de confusión. 
-¿Te cobran por sonreír o solo no eres simpático con la gente amable?- su pregunta me hizo sonreír. 
- Soy muy simpático. 
- Definitivamente no lo eres- volvió a su expresión seria. 
Es tan bipolar. 

The Shadow Like Me | TaekookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora