𝘾𝙝𝙖𝙥𝙩𝙚𝙧 𝙊𝙣𝙚

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📆 Agosto, 2025
📌 Madrid, España

Intento buscar su cuerpo entre la cama y no lo consigo, abro los ojos y me doy cuenta que ya es de día.

Salgo de la cama y casi me caigo buscando mi habitación, entro y suelto un grito cuando Maia cae encima de mí.

—¡Maia!—me lame la cara y solo empiezo a llorar—. ¡Te extrañé tanto!

Ella gime y su cola parece que va a explotar. Se quita de encima y corre por la habitación emocionada, se ve tan grande y sigue igual de hermosa.

Vamos al baño y allí me lavo los dientes, me coloco un pantalón cómodo y una camisa fresca; el calor se siente en la casa.

Escucho voces y al llegar hasta la cocina encuentro a Anwar, papá, Henry y Daphne hablando entre sí.

Todos nos miran y es allí que caigo en cuenta de todo.

Daphne

José García

Mis ojos viajan por la casa y el hecho de estar dentro de este lugar vuelve a parecer surreal.

—Buenos días, Ava—dice papá—. ¿Te sientes bien?, te noto pálida.

—Si, si, debe ser el calor—me siento al lado de Henry—. Hace mucho calor.

—Ya mando a que coloquen el aire acondicionado más fuerte—yo solo asiento.

Mi vista cae en Henry, quien me mira con precaución, agradezco mucho que siempre esté atento.

Se acerca una señora con mi desayuno y le agradezco cuando lo coloca enfrente.

—¿Qué van a hacer hoy?—pregunta Anwar.

—Tal vez recorrer la ciudad—responde el británico—. Sospecho que Ava querrá ver algún lugar que extrañé.

Asiento disfrutando del sabor de los huevos revueltos.

—Quiero ir a la orquesta—respondo y veo a Henry—. Después podemos recorrer como un par de turistas americanos.

Él se ríe—. De acuerdo.

Daphne se queda en silencio, me observa y solo hago contacto visual con ella.

Es tan raro tenerla enfrente.

Terminamos de desayunar y busco mi bolso para poder irnos.

La puerta es tocada y me acerco para abrirla:

Es ella.

—Disculpa que te incomode—la veo rascarse su nuca—. Solo quería saber si durmiste bien.

—Si—hay un pequeños silencio y hablo para no hacerlo más incómodo—. Gracias por dejarnos dormir aquí.

—Oh no, no dejaría que durmieran en un hotel con tantas habitaciones desocupada aquí—sonríe—. ¿Cómo irán a la orquesta?

—Pensaba pedir un Uber.

—¿Ya lo hiciste?—niego y saca unas llaves para colocarlas enfrente de mí—. Alejandro te dejó que usarás una de sus camionetas.

Abro los ojos más de la cuenta—. ¿En serio?

—Si—las tomo—. Dijo que no había problema.

Él nunca había hecho eso conmigo.

—Gracias.

—Eso si, colocó la condición que Henry manejara—ya sabía que todo no era tan perfecto—. Sabes cómo es tu padre.

❝CALL ME BABY ❞  | Henry CavillDonde viven las historias. Descúbrelo ahora