Aquellas calles llenas de historia.

78 4 0
                                    

Día y noche está tu recuerdo en mi mente aún después de tanto tiempo de haber acabado con lo nuestro sigues ocupando espacio en los resquicios de mi cabeza, no puedo ni quiero apartarte. Me agrada como las personas me encuentran perdida y desorientada en plena charla a pesar de parecer al principio concentrada, sé que es molesto para quien intenta tener una conversación pero es que nadie me puede dar con sus palabras lo mismo que me da tu recuerdo.

Me encandiló y pierdo la noción del espacio al sólo recordar tus ojos y tus labios, pensar en aquellos sinceros y delicados atributos tuyos me hacen volver a las calles oscuras en las que pasábamos horas de la noche intentando decir hasta pronto. Calles que me escucharon reír, que presenciaron los besos más puros, los abrazos más sublimes, calles que me vieron ser feliz a tu lado, aquellas calles son testigos de nuestra historia. Aquellas soportaron en noches silenciosas, llenas de melancolía, mis pasos tristes y eufóricos; por supuesto que hubo otras noches en las que apenas las roce, porque la alegría infinita de estar a tu lado me brindaba un paso ligero, agradable y firme.

Ahora, por esas calles tu sombra y la mía tocan el mismo pavimento, rozan las mismas piedras y la misma luz de los postes al igual que la sombra de los árboles las tocan, más no andan juntas cómo hace tiempo, cada cuál pasa por el mismo lugar pero en diferentes tiempos... Tu sombra y la mía ya no se vuelven a juntar para formar una sola, cada quien va por su lado como antes pero sin la compañía del otro.

La decepción se apodera de mis ojos, las palabras que se encontraban en dulces conjugaciones resuenan en mis oídos, voy cabizbaja por los senderos en los que alguna vez no podíamos separarnos, en los que se nos pasaban las horas como segundos.

Hay veces que al pasar por esas calles me veo de nuevo al lado tuyo, doy un respingo, el aire se siente frío, todo parece más vacío casi desértico, la compañía, el calor y la seguridad ya no se encuentran de mi lado. El frío me llega a los huesos, la sangre a penas corre ya no quiere andar, toda esta inestabilidad por sólo andar en las mismas calles del pasado...

¿Cómo podré seguir caminando si los recuerdos me jalan los pies?, ¿Cómo voy a seguir con mi vida si aún estás aquí presente en mi mente?

Mi dolencia y alegría, tú.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora