Something More Than Hate [Pausada]

Capítulo 6

Después de vestirme, fuí rapidamente a mi coche y conducí a casa de Allan.

-Hola estúpido

-Hola estúpida. -Me besó.- ¿Qué quieres hacer? -Dice mientras mueve las cejas de arriba hacia abajo.

-No seas pervertido. -Digo mientras paso mi mano por encima de su cara.- Hoy quiero... ¡Ver pelis!

-Muy bien, ¿cual veremos?

-Saw 7, es la única que me falta.

-Rara... -Susurra.

-Te he oído -Le digo mientras lo señalo con el dedo y le mando una mirada asesina.

En ese momento suena el maullido de un gato y veo que me han enviado un WhatsApp de un número desconocido. Si, mi tono es el sonido de un gato, mola mucho, no me juzgueis gente sin corazón.

Hola, ¿sabes quien soy?

Miro su foto de perfil y enseguida sé quien es.

¿Qué quieres, Jace?

En menos de un minuto me responde.

Nada, me aburro y queria hablarle a una fumadora/asesina/vampiresa/maltratadora/rara y acudí a ti.

¿Que coño?

Tio, déjame en paz, no tengo ganas de hablar con un gilipollas.

Cada vez me estaba enfadando, y es bastante fácil hacerlo. (Enfadarme, para los malpensados.)

¡Que pronto se ha enfadado la niñita!

Aggg, lo voy a dejar en visto para no ir junto a él y matarlo.

-¿Qué te pasa? -Por un momento me habia olvidado que Allan estaba conmigo.

-Ah, nada, un retrasado. ¿Vemos la peli?

-Claro, siéntate.

***

-Que buena la película.

-¡Creo que voy a vomitar!

Pensaréis que eso último lo dije yo, pero no, fué el machote de Allan, el hombre que no llora y el menos asustadizo del mundo, ese es él, Allan Cox.

-Vamos a dormir, niñita.

-Si, ya se está haciendo de día.

***

Me despierto con unos golpes en la cara con algo duro. Abro los ojos y veo la cosa más rara que he visto en mi vida.

Allan.

A horcajadas sobre mi.

Con un rotulador en la mano.

Demasiado cerca de mi cara.

-¡¿QUÉ HACES?! ¡TÚ ESTÁS MUY MAL DE LA CABEZA, ALLAN!

-Me aburría.

-Dios, tendré que lavarme la cara con un estropajo...

-Venga, no es permanente. No te enfades...

-¿QUE NO ME ENFADE?

-Tengamos una noche de amor.

-¿Qué? ¡No! ¡Olvídate!

Me levanto y voy corriendo al baño a lavarme la cara con jabón. Acabo de secarme la cara cuando escucho un maullido de gato.

¿Vamos hoy de fiesta? Elige tú el sitio, pero que no haya humanos.

Me quedo pensativa y se me ocurre un sitio.