Que pronto se me pasó el verano, aunque simplemente por el hecho de no tener que trabajar, ya que siendo lo que soy, no es bueno pasar mucho tiempo expuesta al Sol.
Si, soy vampiresa, me alimento de sangre, corro a una velocidad inhumana, soy inmortal...
Al principio está muy bien, no mueres, no envejeces, puedes tirarte de lugares altos sin hacerte un rasguño y demasiadas cosas más.
Lo malo es que al paso del tiempo, todo empieza a ser demasiado aburrido, todas las cosas que desearias haber hecho gracias a lo que eres, las acabas por hacer y no queda nada más para disfrutar.
Ya habían pasado 127 años desde que me habían convertido a los 17, en medio del bosque, cuando ayudaba a mi madre en las tareas domésticas y ella me decía que me debía casar con cierto hombre que a mi no me agradaba mucho la verdad, ya que él tenía 36 años; 19 más que yo.
Tras una discusión con ella alegando que era demasiado mayor para mi, me escapé a reflexionar junto a un pequeño riachuelo en el medio del bosque, en el que en verano metía los pies para refrescarlos, y tras unos minutos sentada en el suelo manchando mi viejo vestido, veo una figura de un hombre entre los árboles, que poco a poco se va acercando a mi.
El miedo se apoderaba de mi, porque nunca había visto a nadie por aquí y no existían casas muy cercanas a la mía.
Al poder ver el rostro y el cuerpo del hombre veo que es bastante alto, delgado, con una piel muy clara y el pelo castaño, liso y no demasiado corto. Llevaba puestos unos pantalones por la rodilla negros, junto con una camisa color marfil y una chaqueta azul marino con detalles dorados encima.
Se acercó a mi y no pude evitar tensarme al sentir su mano acariciando mi mejilla.
-Muy buenas, joven dama.
Cuando iba a responder sus colmillos se clavaron en mi cuello produciendo un gran dolor en todo mi cuerpo, que poco a poco se fue intensificando hasta el punto de desmayarme por el dolor.
Al despertarme veía todo de forma muy diferente, lo veía todo mucho mejor que antes. Toqué el lugar en el que el hombre me había mordido y no sentí nada, asique me levanté y regrese a casa corriendo y ya se había hecho de noche, por lo cual mis padres estarían preocupados.
Cuando llegué, mi padre se había acostado, pero mi madre me estaba esperando con la cena echa, que rechacé porque no tenía hambre. Me fui a mi habitación y me miré en un espejo no muy grande y me vi distinta, mucho mas esbelta y alta, mi pelo castaño oscuro se había vuelto negro y más liso. El azul de mis ojos era mucho más intenso, mis labios más rosados y mi piel más clara de lo que era antes.
Esa misma noche me desperté con unas enormes ganas de comer. Me dirigí a la cocina y me tomé un poco de leche. Al rato la vomité y seguía teniendo hambre. Como todo estaba oscuro me tropecé y vino mi madre junto a mi.
Al entrar por la puerta me abalancé sobre ella y empecé a morderle el cuello hasta su muerte. No sabía lo que hacía, pero aún así me dirigí al cuarto de mi padre y lo mordí también. Después fui junto mis dos hermanas de 10 y 13 años y repetí la acción. Tras esto me escapé y 311 años después estoy viviendo en una mansión bastante moderna, con el cuerpo que tenía entonces a los 17 años, salvo que con el pelo a la altura de mis hombros y unos ojos completamente negros al enfadarme y/o alimentarme.
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Something More Than Hate [Pausada]
VampireAmanda, una vampiresa difícil, con un oscuro pasado, al igual que su presente. Tras años haciendo el mismo trabajo, algo cambiará...