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Casa Salvatore

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Casa Salvatore

Rebekah abre la puerta de la habitación de Stefan y entra. Elena se queda en la puerta.

"¿Qué tan divertido es esto...?" Rebekah pregunta.

Empieza a abrir cajones.

"No deberíamos estar aquí..." Elena dice insegura.

"¡Por supuesto que deberíamos! Vamos, como si nunca hubieras querido fisgonear." Levanta la ropa interior de Stefan, "Calzoncillos tipo bóxer, mucho ha cambiado desde los años veinte". Rebekah dice.

"¿Vas a revisar sus cosas toda la noche o vas a empezar a contarme tu historia?" Elena pregunta con desesperación.

"Ah... no eres divertida. ¿Qué quieres saber?" Rebekah pregunta en un suspiro.

Elena entra en la habitación.

"Bueno, Elijah dijo que vuestro padre era un terrateniente en Europa. ¿Cómo terminasteis aquí?" Pregunta Elena. Rebekah todavía estaba revisando las cosas de Stefan.

"Mis padres acababan de formar una familia, cuando una plaga azotó su tierra natal, perdieron un hijo. Querían escapar y proteger a su futura familia de la misma suerte". Rebekah dice distraída.


"Entonces, ¿cómo terminasteis aquí? Esta parte del mundo ni siquiera había sido descubierta todavía". Elena dice con exasperación.

Rebekah se ríe.

"No por nadie en tus libros de historia. Pero mi madre conocía a la bruja Ayana, quien escuchó de los espíritus de una tierra mística donde todos estaban sanos... bendecidos por los dones de velocidad y fuerza. Eso llevó a mi familia aquí, donde nosotros vivíamos entre esa gente". Rebekah aclara.

"¿Los hombres lobo?" Elena pregunta.

"Para nosotros, eran solo nuestros vecinos. Mi familia vivió en paz con ellos durante más de 20 años, tiempo durante el cual mi familia tuvo más hijos, incluyéndome a mí". Rebekah dice

"Lo haces sonar tan normal." Elena dice con los ojos en blanco.

"Lo fue". Rebekah dice soltando una carcajada.

****

"Una vez al mes, nuestra familia se retiraba a las cuevas debajo de nuestra aldea. Los lobos aullaban durante la noche y por la mañana regresábamos a casa...", dice Rebekah.

Flashback a los 900.

Podemos ver a Rebekah mirando diferentes tipos de collares/talismanes colgados de una cuerda en la ventana de Ayana. Toca uno y le quema los dedos.

"¡Ayana, me quemaste!" Rebekah grita.

"Eso no es tuyo para tocarlo". Ayana dice señalándola con el dedo.

Madre (Alaric S. Damon S.)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora