~narra Elsa~
Era la tan noche esperada del baile, Merida y yo habíamos decidido no asistir ya que en realidad se me hacía una actividad algo tediosa y al final de cuentas no era mi ambiente. Anna se estaba arreglando junto a Rapunzel, la cual se encontraba demasiado nerviosa. Llevaba dos días ensayando su caminada en tacones y como saludaría si es que llegaba a ganar la corona.
Me parecía algo... estupido para ser sincera, solo serías el rey de la clase no es como que de verdad fuéramos a ganar algo con esto. Merida y yo habíamos quedado que veríamos películas en mi casa, en la planta baja hay una pequeña sala de cine con botanas y varios asientos. Estaríamos solas lo cual me parecía maravilloso. Ella y yo teníamos una conexión especial desde que nos conocimos.
Teníamos 5 años y era nuestro primer día de Kínder, mis papás nos habían dejado a mi y a Anna en la puerta del salón para darnos un cálido beso y despedirse. Al entrar al salón lo único que pude ver fue esa cabellera roja, eran mucho más grande que ella, le brinde una sonrisa cálida y ella igual. Nos sentamos juntas y nuestra amistad comenzó.
–wow, tienes miles de películas–viendo Merida mientras miraba el cajón de películas.
–si, a mi y Anna nos gustaba mucho el cine y nuestro papá nos mandó a hacer el cine aquí y fue comprando todas las películas que le fuimos pidiendo–explique viendo el gabinete.
–si, bueno quiero ver esta– dijo levanto la película de destino final.
–umm si, claro –asentí algo confundida.
Íbamos a la mitad de la película, mi cara parecía sacada de la misma película. Era demasiado grafica y tal vez un poco exagerada.
–¿como crees que la estén pasando las demás?–pregunto Merida.
–ya las conoces yo pienso que muy bien–asentí.
–¿y qué tal con Tadashi?–alzo una ceja pícara.
–pues–vacile–, no se yo solo le hablé esa vez en el partido y fue todo.
Sentía mi cara arder, en realidad lo había visto toda la semana. Bueno de ver no pasaba nada, no voy a negar que unas veces pase por su lado tratando de llamar su atención pero sabía que era en vano. El era más grande que yo y aunque fuera por un año, el estaba predestinado a cosas mejores que yo. Bueno que tampoco me considero lo peor de la escuela, pero el si era lo mejor de la escuela y eso me quedaba más que claro. Solo de pensar en el me ponía la cara roja y el siempre echo de escuchar su nombre aceleraba mi corazón. No hacía otra cosa más que pensar en aquella vez que me hablo en el partido de Football.
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Teen love is indescribable[Jelsa]©️
FanfictionNo hay palabras para explicar el amor que se crea en los corazones de los chicos. Tan puro y tan... ¿inmaduro? ¿Como puede ser que el amor nos guíe por calles sin final o tal vez con un fin tan cerrado? El único motivo de Elsa era terminar sus años...