Verdad

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Tres meses antes...
Acababa de terminar con mi novio.
Me sentía destrozada.
Sencillamente no entendía cómo podía haberme hecho esto. Era tan absurdo.
¿Terminar conmigo porque la pastora la había dicho?
¿Que yo era mala influencia para él?
Que estúpido.

O talvez tenía razón.

Total, terminamos y me puse a ver Te boys over flowers, leí varias historias en Wattpad, me puse bonita, hice ejercicios. Me vestí y me maquillé bien linda y salí a mostrarles mi versión mejorada.

Le conté a Beatriz lo que estaba pasando conmigo. Beatriz era mi amiga de la infancia es casi mi hermana y yo la adoro.

Al verme renovada me sentí mejor, feliz. Me sentí como una diva.

Esa sensación tan exquisita.

Mi autoestima estaba por los cielos.
Conocí a un chico, salí con él y la cita fue terrible,  me presionaba en cada momento y le dije amablemente lo que pasó y no nos escribimos más.

Sin embargo en el colegio un nuevo amor me abordaría. Ahí estaba Jeremy, sentado, despreocupado con la gorra que utilizaba para ocultar su corte de pelo.

Jeremy estaba más delgado. Solía tener una buena retaguardia.

Lo extrañaba, comencé a hablar con él. Sentí una conexión increíble. Y por un momento me sentí en las nubes. Él era tan especial.

Y me movió toda la mente, la cabeza el corazón y todo lo que se pueda mover. Era tan lindo que pronto comencé a sentir algo por el otra vez.

Jeremy y yo fuimos a caminar luego de ese día, no nos despegamos ni un segundo.
Todo lindo, me sentía cómoda con él.

Él era todo lo que estaba bien. Él no lo sabía pero caminar con él era lo mejor del mundo. Y su risa era una caricia para mis oídos.

Sus hoyuelos, lo hacían tan irresistible . Y sus ojos, eran la ventana hacia un mundo nuevo y desconocido para mí, ese mundo era él y yo estaba dispuesta a descubrirlo.

Si él me pedía que dejara todo, lo hacía, me hechizó con su voz tan profunda y sus palabras me hacían sentir especial.

Él era interesante, podía hablar de cualquier cosa con él.

Y me enamoré.

Caí en sus encantos y no quería salir de ahí.

Hablaba con el la mayor parte del tiempo. Y gritaba de alegría cada me llegaba uno de sus mensajes. En uno de esos momentos se me salió decirle.

¿Quieres ser mí chavo?

Ja, ja, ja, no, es broma. Pero fue algo así.

Él se sorprendió y me dijo que esas no eran cosas que se deban decir por chat y me pidió que se lo dijera en persona.

Si él supiera que me volvía tonta delante de él. Que no podía artícular bien una sola palabra tal vez no me habría pedido eso.

Me preparé, lo intenté pero miraba sus ojos y se me olvidaba todo.

No me animé.
Así que decidimos que lo haríamos a la jankempo.

El ganó, y me tocó pedirle que sea mi novio.
Lo llamé y le dije:
Jeremy Harper, me gustas, ¿Quieres estar conmigo?

- ¿Cómo?

- Te digo qué si quieres ser mí novio.

- ¿Novio? No puedo ser tu novio, si quieres puedo ser tu cortejo.

- ¿Cuál es la diferencia?

- Se dice "novio" cuando se van a casar.

- ¿No quieres casarte conmigo?

Hasta fin de añoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora