Me levanté de mi cama con flojera. Hoy era uno de esos días en los que no tenía ganas ni de existir. Aún así el colegio me esperaba y muy a mi pesar tendría que ir.
En días como estos, solo vivo entre mis recuerdos, una parte de mí se niega a avanzar. Por una vez, solo quisiera dejar todo atrás y no cargar todo mi pasado cada vez que quiero intentar algo nuevo.
Pero estaba estancada y mí pasado no me dejaba ir, no me dejaba libre.
Fui al colegio, sin ganas, sin arreglarme, sin ni siquiera verme al espejo, salí como pude con la alegría y la esperanza de volverlo a ver.
Y lo vi, pero mí timidez salió a flote, el estaba con sus amigos y yo era muy tímida para atreverme a hablarle ojalá las cosas fueran más fáciles, sin embargo no era así. Las personas no tienen lo que quieren en el momento preciso.
Y me tocaba conformarme con lo que era, sin dirigirle más que la mirada pasé por su lado, deseando desde el fondo de mi corazón poder abrazarlo y por una vez estar a su lado el mayor tiempo posible.
Nuestras miradas se cruzaron varias veces en lo que avanzaba la mañana, y con su mirada yo sentía que él me decía que me amaba, siempre acompañaba una sonrisa a su rostro.
Llegado el momento de irme, pensé que podría irme con el talvez, pero no siempre podemos controlar todo. Y él... Se marchó.
Unos minutos después recibí su llamada, y fui con él y llevé su dibujo.
Sí, ese mismo dibujo que con tanto esfuerzo había hecho la tarde anterior.Le entregué y nuestras interacciones fueron mínimas, solo lo vi sonreír y me di por bien servida.
Él era mi felicidad.
A modo de reír, le envié un mensaje que decía:
- Por lo menos gracias perro ¿No?
- Te dije gracias.- Me respondió por chat.
- ¿En serio?
- Sí.
- Talvez no escuché, lo siento.
- Te amo.
- Define amar.
- ¿Qué?
- Es broma, también te amo.
Y allí terminó todo. Era un viernes cualquiera que se hizo especial con dos palabras de una sola persona.
Te amo.
Y caí a sus pies.
Otra vez.
Gael: Necesito verte mañana para decirte algo.
Dalila: No
Gael: Por favor.
Dalila: Ya te dije que no.
Gael: Solo ven un rato y te vas si quieres.
Dalila: En visto.
Al día siguiente fui, sin ninguna razón, escuché sus argumentos en silencio, asumiendo la culpa y la responsabilidad. Quise decirle que estaba con Jeremy pero mis labios me traicionaron y mi mente también, comencé a recordar todos lo momentos a su lado y me planteé:
¿De verdad quiero tirar todo por la borda?¿Todos esos años?
Y sí, en mi cerebro se encendió una luz recordé también todas la veces que le rogué que se quedara conmigo.
Las veces que se victimizó y me echó la culpa de todo.
¿De verdad quería eso para mí?
En definitiva no, y me marché lo más rápido que pude, subí al micro y un minuto después lo vi subir a él.
Esto no podía ser peor. Estaba llorando y no podía explicarlo, sentía que le había fallado a Jeremy.
Lo habré decepcionado.Vi sus ojos en mi mente, vi su sonrisa desvanecerse y ser reemplazada por una mirada de enojo despectiva hacía mi.
Las cosas superaban mis límites y solo deseaba salir lo más rápido de allí.
Él me abrazó, y aunque intenté soltarme de su agarre no pude.
Intentó besarme y me pidió perdón, pero para mí sus palabras eran falsas
Cuando llegué a mi parada salí corriendo prácticamente y me dispuse a caminar hacia mi trabajo.
El día transcurrió tranquilo y fue un alivio para mí ver terminar el día.
Gael: ¿Puedes venir a la pasarela de la feria?
E ingenuamente fui a su encuentro.
Lo vi parado con una sonrisa en el rostro. Y me dolía saber que tenía que decirle la verdad y que talvez eso lo lastimaría sin embargo era necesario. Era justo y necesario.
Lo siento Gael.- Gael... Yo...
- Hola, adivina qué tengo en mis manos.
- ¿Un dinosaurio?.- dije sin titubear, esa era una de mis bromas. Cuándo alguien me preguntaba que quería, fuera comida, música lo que sea. Siempre contestaba lo mismo.
Quiero un dinosaurio.
Él dijo que no.
No tenía tiempo para estos jueguitos y cuando estaba por irme me dijo:
- Sí, es un dinosaurio. Lo compré para ti. No almorcé, sabes que tengo necesidades pero prefiero ver tu sonrisa.
Su microdiscurso me conmovió y solo pude sonreír ante aquel gesto.
Mi sonrisa se borró cuando él me pidió estar con él...
¿Qué?
¿Acaso estaba loco?
- Gael yo...
- Mira, yo cambiaré, dejaré de ser tóxico. Y todo, cambiaré por ti.
Lo intenté y lo intenté, intenté no sentir lástima por él, más no pude.
Estábamos los dos envueltos en un silencio enorme donde yo tenía que lanzar la otra piedra y decir cuál era mi desición.
Sentí como se detuvo el tiempo, mi respiración se aceleraba, mi corazón latía más rápido de lo normal y yo...
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Hasta fin de año
Novela JuvenilDalila se da cuenta que su Crush estaba enamorado de ella, desde hace dos años. Descubrir esto pone su mundo de cabezas. ¿Tendrá ella el valor de decirle lo que siente por él? ¿Podrán estar juntos? ¿O acaso les deparará algo peor el destino?