Capitulo 2-Él.

257 9 0
                                    

Él estaba roto, en su mirada había dolor, sus brazos ya estaban frágiles. Pero el me tenía a mí. Ya nada podía cambiar. Yo le quería con mas fuerza que la primera vez. Tuve que sufrir antes, para darme cuenta que ambos nos necesitábamos, que él era mi anestesia para mi dolor. Que él era mi droga para seguir viviendo. Que lo necesitaba a mi lado. Todo este tiempo esperé a ese chico de ojos tristes, sonrisa rota y corazón destruido. Y no me daba cuenta de que él era todo eso. Y ahora soy feliz, feliz a mi modo. Lo tengo a él. Sólo somos él y yo.

Cartas a mis huesos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora