A sus 19 años, Nayeon debería estar apoyando a su banda favorita, yendo a centros comerciales a mirar la ropa de temporada que ha llegado, o estar juntando dinero para su graduación de preparatoria. Pero no, a sus cortos -o largos- 19 inviernos, Im...
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En el transcurso del recorrido del autobús hasta la plaza comercial a la que se dirigía, Nayeon no dejó de pensar en la plática que tuvo con Mina. ¿Tan mala omega era?, cuando era más pequeña, y hasta hace unos meses atrás, su padre le decía que sería una buena omega. Tenía caderas y senos, lo suficientemente para tener cachorros, y muslos gruesos, la cosa favorita de los alfas. Los alfas amaban a los omegas con carne de donde agarrar o morder durante sus celos, ellos no querían a un omega escuálido y sin chiste. Nayeon tenía todo eso. A veces pensada que Mina era una especial y no le gustaban de ese tipo, como ella. Aunque, de ser así, no lo hubiese llamado para ayudarla en su celo. Y tampoco sus muslos debieron de haber quedado completamente magullados de tantas mordidas y apretones que le dio. Aún cree tener marcas de ese día, y fue hace poco más de 4 meses.
¿Será que la alfa de Mina no sintiera nada al tener a Nayeon cerca? Porque, Nayeon si sentía y mucho. Hasta cuando no estaban cerca, su omega se retorcía en su pecho por ir en busca de la alfa y verla cuando menos, 1 segundo. Cuando estaban cerca, su omega chillaba por atención de la alfa, y no dejaba de hacerlo hasta que Mina la mirase, aunque sea, de reojo. La castaña siempre le pareció atractiva la más alta, la veía por la escuela y pensaba que tenía una bonita sonrisa, porque sí, ha visto a Mina sonreír, pero sólo con sus amigas. Nayeon nunca había sentido la necesidad de estar todo el tiempo a su lado o al menos, tener algo que oliera a ella para calmar su sed. Ella piensa que es el embarazo que la deja así. Tal vez, el bebé necesitaba protección, más de la debida.
El camión para justo fuera de la puerta del centro comercial. Se dirige hasta la sección de restaurantes, donde la espera Chaeyoung, una omega, su mejor amiga. Es una chica delgada, ella no tenía atributos de sobremanera, pero a Tzuyu parecía gustarle así. Es por eso que la castaña piensa que Mina era como ella.
"Hola, Nay, ¿cómo estás?" Ella ya está en una mesa, sólo y comiendo algo de comida China.
"Hola, Chae. Algo cansada, ¿y tú?"
"Estoy bien, gracias" ella le da unos palillos blancos a Nayeon para que esta comiera también. "Pensé que debías estar hambrienta"
Y sí; mucho. La manzana que comió en la mañana no había sido suficiente. Su estómago rugía y ardía por ser llenada de lo que sea.
"Bastante" revela, picando un poco de pollo agridulce con las puntas de los palillos.
"Y... ¿Cómo es la vida con Mina? ¿Te trata bien? Tzuyu dice que es algo bruta contigo"
¿Qué debía contestarle? ¿Qué la alfa era una maldita imbécil con ella, o que apenas y hablaban?
"Sí, lo es. Bastante. Pero no solemos hablar mucho, ¿sabes?, sólo lo necesario"
"Pero, la comunicación con la alfa durante el embarazo es importante, Nay"
