A sus 19 años, Nayeon debería estar apoyando a su banda favorita, yendo a centros comerciales a mirar la ropa de temporada que ha llegado, o estar juntando dinero para su graduación de preparatoria. Pero no, a sus cortos -o largos- 19 inviernos, Im...
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Han pasado solo 10 minutos y gracias a Dios, Mina no ha hecho nada más que gruñir cuando la omega y su primo quedan demasiado cerca o se sonríen entre sí. Para Nayeon, se sentía agradable. Estaban debajo de un árbol que les daba sombra, el aire hacía que sus ramas chocasen e hicieran un ruido relajante.
"¿Cuánto tiempo van a tardar aquí?" Mina pregunta, interrumpiendo y escribiendo algo en su celular.
"Como... una hora o un poco más" Nayeon mira el reloj su teléfono.
"Okay. Me voy" se pone de pie. "Ten esto, si quieres puedes comprarte lo que sea para comer" deja unos billetes dentro de la mochila del omega y se comienza a ir.
"¿Irás a trabajar?"
La alfa sólo encoge sus hombros, pero nunca detiene su paso.
"¿Es difícil tratar con ella?" Yuto pregunta. "No sé por qué actúa así contigo. Muchas de nuestras tías la aman por ser protectora"
"No sé, desde siempre ha sido así conmigo"
"¿Así cómo?"
"Como hostil e idiota"
Yuto asiente, copiando unas cuántas cosas en su libreta.
La asesoría va bien, el alfa aprende bastante rápido al parecer. Yuto siempre fue amable con ella y en ningún momento insinuó algo o dijo cosas subidas de tono. Al contrario, dijo que estaba feliz de tenerla en su familia y aún más feliz de que pronto sería tío. Dijo que de los primos, Mina era la primera en emparejarse y tener un hijo. Bueno, igual la alfa azabache era de las más grandes de sus primos, su familia era joven aún.
Con el dinero que Mina le dio, vio que podía comprar algunas cosas en el super. Eso sería mejor porque así con eso comerían las dos. En un pequeño supermercado compró bananas, pan, jamón, queso y algo de leche de vainilla. También recargó su celular con algo de saldo. Vio la hora y ya eran cerca de las 6PM, y todavía tenía que esperar por el autobús que la llevara a casa. Caminando a la estación, pasó por una tienda de arte, ahí compró una lata pequeña de pintura en aerosol, blanca. Tenía un trabajo con Chaeyoung el viernes, así que mejor lo compraba de una vez.
En el camión, suspira feliz, sólo quiere llegar a casa y comer algo, para después tomar una ducha y dormir hasta el día siguiente. Cerca de las 7PM está abriendo la puerta de su pequeña casa. Huele a cigarro y otras cosas, por la entrada de la cocina sale una finísima capa de humo. Dentro está Mina, acompañada de dos alfas más y a esas Nayeon no las conoce. Hay botellas de soju en la mesa, también vasos sucios y una botella de whisky barato a medio tomar.
"Ehh..." Nayeon entra con las bolsas y las asienta en la meseta, al lado del lavatrastes.
"¿Es tu omega, Mina?" Una alfa borracha y tal vez drogada, pregunta. La azabache no contesta. "Tiene buen culo"
La castaña abre su boca, pero no sale nada, sólo mira con incredulidad a Mina asentir, y después reírse. Las otras le siguen.
Nayeon prepara un sándwich, bajo la mirada burlona de las tres alfas, cuando termina. Se va sin decir nada a su habitación. Ahí pasa todo el tiempo, encerrada. Más tarde, se ducha rápido y con el cabello húmedo, se duerme. No durmió bien, se despertaba a cada rato, siempre oyendo risas provenientes de afuera, y un poco de música. La última vez que despierta, rueda su cuerpo y choca con algo o mejor dicho, alguien.
