4

489 78 10
                                    

De rodillas frente al retrete di la última arcada, corte un pedazo de papel higiénico para después limpiarme la boca, la garganta me dolía después de vomitar el maldito jugo biliar.

Tire de la cadena y con pesadez me puse de pie, mi aspecto era fatal, palida, delgada y con ojeras marcadas. No es así como debe lucir una mujer que está próxima a casarse.

Las gotas de agua tibia mojaron mi cuerpo, la cabeza me dolía, los efectos de la resaca eran una jodida mierda.

Después del baño y un poco de maquillaje la palidez y las ojeras habían desaparecido. Salí de la habitación y me dirigí al comedor, Él estaba por terminar su desayuno, le pedí a la sirvienta una taza de té.

-Bebiste.- dijo sin apartar la mirada sé su teléfono celular.

-Llegaste antes del amanecer.- la sirvienta sirvió el té.

-Estaba trabajando, Sakura.

-Y yo matando el tiempo.-sople un poco antes de beber poco a poco el líquido caliente. Él alejo la mirada de su teléfono, la enfoco en mi, ¿Siempre fue tan apuesto?

Debería amarlo.

Desearía poder hacerlo.

Amo que aleje la soledad, amo todo lo que nos conecta.

Odio nuestro pasado.

Desearía tener un pasado no tan trágico.

Y entonces las ganas de vomitar vienen a mí, me pongo de pie y corro en dirección al baño que se encuentra en el pasillo de entrada, vómito no mas que agua y nuevamente el líquido amarillo.

Mi cabeza da vueltas, aún sigo ebria, el cuerpo me tiembla, lo peor de la resaca.

-Esas son las consecuencias de beber en la forma en que lo haces.- él está recargado en el marco de la puerta de entrada, me mira con superioridad, siempre lo ha hecho, aún que no es algo que haga a propósito, supongo que es más bien un gesto que le viene de familia.

-No sabía que había formas para beber, solo bebés ya, no es la gran ciencia.- fui grosera, me puse de pie, jale la cadena, baje la tapa, corte un pedazo de papel y me limpie la boca, al tiempo que tome lugar sobre la tapa del retrete.

-Eres desmedida Sakura, siempre lo haz Sido.

Sonreí, Él tenia razón, cuando bebía yo simplemente no sabía cómo parar.

-Antes eso te gustaba.- me puse de pie, me acerque a él, recargue mi cabeza sobre su pecho, su camisa blanca estaba tan fresca, olía tan bien, dulce y varonil, una rara combinación.

-Antes estaba bien, era divertido, además antes no te causaba tantos problemas.

Sus brazos me rodearon, me pego aún más a su pecho, me gustaban sus abrazos, me gustaba su aroma, me gustaba tenerlo cerca. Me gustaba él, supongo que siempre me gusto.

Y justo cuando por un segundo creí que estaría bien corresponder sin culpa...el pasado volvió a mí, una imagen en mi mente, su rostro, su mirada.

Era el pasado que dolía.

El pasado que amaba.

Desearía no haberlo amado.

Tan trágico y hermoso.

-Hoy no iré a la oficina, es estresante estar ahí, hay muchas cosas que hacer antes de vender las acciones, estoy cansado...me tomaré el día, hagamos algo juntos.- sonreí.

-Bien, hagamos algo juntos.

Terminamos el desayuno, pensamos que sería mejor descansar un poco más, salimos finalmente del departamento después del medio día.

JealusyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora