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8 años atrás

Arrojé con todas mis fuerzas mi celular contra la pared, este se rompió debido al golpe, la frustración me invadió, el corazón me dolió, grite, maldije una y otra vez, aliviar mi irá lanzando mis perfumes contra el suelo, los jarrones importados, todo lo que se pudiera romper termino justamente así.

Roto.

Y toda esa ira gracias a una maldita foto posteada en el perfil de Ino.

Ino era mi mejor amiga.

Ino era mi peor enemiga.

La amaba.

La odiaba.

Salí de mi casa después de darme un baño, después de arreglarme, un vestido lindo, una peinado lindo, maquillaje discreto, hermosa, así quería lucir.

Dicen que no es bueno actuar cuando estás molesto, y bueno quienes dicen eso se pueden ir a la mierda.

Le pedí a mi chófer las llaves de mi auto, no necesitaría de sus servicios esa noche.

Encendi el auto, subí el volumen a la música, jealusy jealusy, me aleje de mi casa a toda velocidad, cante y llore prácticamente todo el camino.

Odiaba tanto ser yo misma, odiaba tanto desear ser ella.

Y realmente no debería pues ella estaba muriendo y en cambio yo tenia toda la puta vida por delante, yo lo tenia todo.

Menos a su novio.

Golpee con fuerza el volante, estacione mi auto frente a una tienda de conveniencia, compré una botella de vino tinto, compré unos cigarros, volví a mi auto, destape la botella y comencé a beber.

Beber era algo a lo que recurría cuando la cosas no eran tal cual yo las quería, beber era una mala costumbre.

Una de mis tantas malas costumbres.

Comencé a reír cuando el llanto no se detuvo, me dolía el corazón, me dolía tanto.

Y fue gracias a ese dolor que me anime a hacer lo que tanto había planeado hacer solo para devolver el vacío que me hacía sentir en el corazón.

Encendí mi auto, conduje por más de media hora, para poder ingresar a la mansión; el vigilante me pidió mi nombre, debía informar quien deseaba ingresar, espere un par de minutos dentro de mi auto a qué me dieran acceso, sonreí cuando me permitieron ingresar.

Afuera él ya me esperaba, lucía tan relajado, era apuesto, educado.

Era alguien que podía ser algo así como el novio perfecto para mí. Y yo sabía muy bien de sus sentimientos, pero no solo yo, toda la puta universidad sabía de lo enamorado que estaba...

—Sakura, me sorprendió saber que eras tú quien solicitaba acceso.

Claro que le sorprendió, yo llevaba años rechazando sus invitaciones a salir, sus propuestas de ser más que amigos.

No quise molestarte, pero me siento un poco sola, las chicas están de fiesta e Ino en una cena con sus padres y sus suegros, no supe a quien más recurrir.— las lágrimas salían una tras otra, mi llanto era real, el motivo era falso.

Pero eso era algo que Neji no necesitaba saber.

Sus brazos me recibieron cuando me acerque a él, llorar y fingir ser alguien que no era nunca me fue difícil.

JealusyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora