Capítulo 4

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POV Jeongin

Había estado sentado aquí en mi ventana toda la noche viendo la luna... mirando las estrellas en el cielo, preguntándome como lucía el mundo exterior.

Me gustaba mi cuarto, aquí en el nuevo hogar de Jisung y de Changbin. Me sentí seguro simplemente sentado en la ventana observando a los pájaros volar en el cielo… mullidas nubes blancas pasar... y observando a Bangchan pasear en el césped justo debajo del asiento de la ventana donde pasaba mis días.

Él estaba allí afuera ahora, caminando hacia atrás y adelante. Once pasos a la derecha y once pasos a la izquierda. Nunca más de once pasos. A veces él sostendría un cuchillo, cortando en sus brazos once veces antes de tomar un descanso, y otras veces se rasguñaría, once veces, su piel lo jalaba, once veces, en su cabello extrañamente cortado.

Siempre once veces. Siempre me he preguntado ¿por qué? Bangchan me fascinaba.

En los últimos tiempos, me encontraba mirándolo más de lo que debería.

Y algunas veces Bangchan miraría hacia mi ventana... y, algunas veces nuestros ojos se encontrarían. Cuando eso pasaba, sus ojos casi negros encontrando los míos, él dejaría de caminar... cesarían todos sus cortes, sus rasguños y de jalarse el cabello.

Cuando nuestros ojos se encontraban, él no hacía nada salvo mirar fijamente...

No me gustaba cuando Bangchan se hería. Hacía a algo dentro de mí llorar.

Así que trataba de sostener su mirada tanto tiempo como podía.

No quería que sienta dolor. Lo quería a salvo.

Sabía cómo era sentir verdadero dolor... y no quería eso para él... especialmente no para Bangchan.

Quería que Bangchan encontrara paz verdadera... para que finalmente esté en paz consigo mismo.

Demasiado ocupado contando los once pasos de Bangchan en el césped, con los ojos firmemente fijos en el suelo, no oí el sonido de pasos en la escalera. Fue sólo cuando hubo un golpe en mi puerta que salté y agarré mi pecho asustado.

Cuando no dije nada, otro golpe sonó en la puerta y todo mi cuerpo empezó a temblar. No me gustaba el sonido de un golpe en mi puerta. Me asustaba... me hacía pensar cuando estaba en la comu…

ㅡ¿Jeongin? ¿Querido? ¿Estás bien?

Mis manos temblaban al oír la voz más allá de la puerta, pero respiré lentamente sabiendo que era Baekhyun.

—Sí —le contesté en voz baja, mirando de cerca el pomo de la puerta empezando a girar.

La cara sonriente de Baekhyun fue lo primero que vi. Entró en mi habitación sosteniendo en sus manos una pequeña caja roja en forma de corazón.

Me quedé inmóvil y observé cada uno de sus movimientos.

—Quería darte estos, querido. No quería que el Día de San Valentín pasara sin que recibieras ningún regalo.

Baekhyun puso la caja en mi cama, y estiré el cuello para ver lo que contenía. La etiqueta leía “Chocolates Finos”.

No entendía por qué Baekhyun estaba dándome chocolates.

—¿Sabes lo que es el Día de San Valentin, cariño? —preguntó Baekhyun, doblando los brazos sobre su pecho e inclinándose sobre mi tocador.

Sacudí mi cabeza.

—¿Día de San Valentín? —Nunca había oído de tal día.

—Es un día para ser románticos —explicó él pero sabía que mi cara permanecía en blanco.

Especial San Valentín (Saga Hades) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora