Advertencia: Lemon.
No iba a decir que no le daba gusto encontrarse y conocer personalmente a Satou quien estaba siendo atropellado por preguntas debido a sus padres demasiado entrometidos en lo que no les importa. El Omega respondía lo más neutral a lo que era cuestionado, aunque gracias a las preguntas cada vez más capciosas de su familia, supo que Satou lo había encontrado debido a que, así como para Saiki el aroma de Satou era intenso, para Satou las feromonas de Saiki son tan fuertes que pudo deducir donde vivía y decidió ir por él para conocerlo mejor.
Se le hacia un buen Omega y alguien que sabía lo que quería, a diferencia de él, que no estaba seguro si realmente quería relacionarse con alguien que inconscientemente lo estaba enloqueciendo. Sabía que no era culpa de Satou, él no pidió ser lo que era, pero su lado Alfa estaba a punto de lograr que se interpusiera entre sus padres y el Omega para llevárselo a un lugar privado, marcarlo y preñarlo si era posible.
No quería dañar a Satou. En verdad.
Ya déjenlo en paz, lo molestan con tanta pregunta.
Satou puso una cara preocupada, tenía la impresión de que Saiki estaba molesto con él.
Estas equivocado. Pensó Saiki para sí mismo.
La madre de Saiki invita al joven a comer con ellos, ambos padres estaban sumamente felices de tener a su futuro yerno e incluso mencionaron la palabra BODA haciendo que ambos jóvenes se ruborizaran completamente. Apenas si se conocían ¿Cómo iban a casarse? Era demasiado apresurado.
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Saiki trató de que apenas terminaran el desayuno salir lo más apresuradamente de esa casa, tomando de la mano a Satou y teletransportándose...
...Supuestamente a la escuela.
Pero estaban en la entrada de un love hotel ¿Qué demonios? Al parecer su lado interno estaba interfiriendo incluso con sus poderes queriendo hacer su voluntad. No lo dejaría. Caminaría si sus poderes no funcionaban.
Satou enrojeció de nuevo al ver donde estaban parados, sin embargo, fue tomado gentilmente de la mano por Kusuo para salir de aquel sitio.
¿Qué habitación van a pedir?
La mujer de recepción los miro con curiosidad, le daba la impresión de que habían aparecido de la nada, pero eso no tenía lógica.
Saiki parpadeo algo incrédulo, ahora estaban dentro del sitio. No podía creerlo, estaba siendo forzado por sí mismo a esta situación. Satou pensaría que es un cochino pervertido que no piensa en nada más que en cogérselo.
―La 24 se ve bien, supongo...―Dijo Hiroshi muerto de la pena, pero prefería hablar a que la mujer quedara con la palabra en la boca. Aún ni siquiera entendía bien como llegaron a aquel lugar, ni habían caminado tanto y en cierto momento creyó que estaban saliendo del lugar. ― ¿Tu qué opinas Saiki-san?
Espera, espera, iban absolutamente demasiado rápido como un tren sin control. No quería llegar a esto tan rápido, de hecho, es lo que quería evitar, que no llegase al sexo tan pronto. Aunque a pesar de todo Satou parece que sí que quería unirse con Saiki.
En el fondo posiblemente era la situación ideal, porque no sería una violación, pero le molestaba tremendamente que ni siquiera conociera bien al Omega con que se iba a acostar. Si no fuera por lo que son, no habría tanto problema. Esto era sumamente conflictivo para sí mismo. Su Alfa interno exigía que lo hicieran, que solo podría apagar el calor interno que sentía, pero su sentido racional le demandaba que aún no era el momento.
El problema es que sus instintos estaban mandando incluso en sus poderes.
La 24 estará bien.
La mujer que los atendía les paso la llave. Así Saiki y Satou caminaban a la habitación con las caras coloradas.
Lo siento, lo que menos quiero es forzarte a esto.
―¿Ah? Ah, es que, yo...la verdad si quiero.
No deberías, lo más probable es que te haga daño sin pensarlo. Además de dejarte con un embarazo.
―Es que sonará egoísta, pero en parte quiero que eso pasé. Nunca me han tratado como un Omega, incluso mi familia creyó que era alguien Beta en un principio y me dijeron que lo más probable es que nadie me tomara como uno, que todos los Alfas pasarían de mí. Por eso nunca me sobreprotegieron. Además...―Agregó admitiendo lleno de pena haciendo una ligera pausa antes de hablar― Desde que me "atacaste" en la escuela, deseaba que lo hicieras.
Tus padres no saben lo que dicen, a mí me tenías vuelto loco con el olor que desprendías. Son muy inconscientes, te podrían haber violado.
Y de hecho aún no sabía cómo se estaba conteniendo.
―Lo siento, debí ser más precavido.
No es tu culpa. Saiki abrió la puerta indicada con sus poderes, ni siquiera utilizó la llave y se metía en ese cuarto, que estaba bastante bien amoblado, con muebles bastante resistentes en apariencia.
Hiroshi se sentó en la cama mirando a su compañero.
―¿Platicamos un poco? Siento que deberíamos haber ido a clases primero. Nos regañarán.
Me gustaría, por ahora no pensemos en ello, porque estoy seguro que a mí también me regañaran por ello. Saiki se acomodó al lado de Satou y se recostaron un poco. Parece que el monstruo interno se había calmado un instante al estar seguro de lo que harían, pero trató de no pensar en ello. Vio los ojos de Satou, tan comunes, tan simples, inocentes a su modo. Le hubiera gustado ser alguien como Satou, alguien simple. No podía dejar de notar sus rasgos, su rostro era simple también, pero bonito. Su cabello también era como el de muchas personas en Japón.
En resumen, era como miles de personas, pero al mismo tiempo era totalmente diferente.
Ambos en cierto momento solo se miraban, fascinados con el otro.
―No soy mucho de hablar de mí, lo demás lo supiste ahora de tus padres ¿Comenzamos contigo? ¿Qué te gusta?
La gelatina de café. Los postres, estar en tranquilidad.
―Pensé que dirías que yo. Pero ya sé que prepararte.
Es difícil explicarlo, me atrae todo lo que tienes, es increíble como mi instinto parece que escogió justo a alguien que es tan atractivo para mí.
―Para mí Saiki-san también me parece muy lindo. A mí me gustan tus rasgos―Acerco una mano al rostro ajeno y aunque el Alfa es un poco reacio al contacto ajeno dejó que lo hiciera y, es más, le ha gustado a pesar de ser una caricia tan pequeña. ― ¿Puedo ver tus ojos sin lentes?
De acuerdo. Sabe que es un riesgo, así como usar su voz, pero está con la persona en la cual no debería molestarle usar su influencia.
Satou no puede dejar de mirar los ojos ajenos apenas si el de cabello rosa se saca los anteojos color verde. Incluso siente que parte de su cuerpo está inquieto.
El Alfa lo huele, porque su olor se ha hecho aún más exquisito a su nariz, por lo que pronto se descubren besándose, a pesar de que ninguno tiene experiencia, lo hacen llevado a lo que creen. Ambos de a poco van cayendo en la pasión, juntando sus lenguas, acariciándolas, llevándolas al compás mientras Saiki apega más el cuerpo de Satou. No puede contenerse más, tiene que marcar a ese Omega como suyo. Acaricia sus formas por encima de la ropa, su pecho, su espalda, el trasero ajeno quien masajea y aprieta un poco, es blandito y suavecito.
Una molestia en las encías hace que Saiki pronto corte el beso con su Omega quien ha empezado a soltar unas feromonas demasiado irresistibles para el Alfa. Los colmillos de este crecieron, necesitando marcar su cuello y esta vez nada ni nadie lo interrumpiría.
Abre más la camisa de Satou para ver mejor su cuello, el que besa primeramente como algo sumamente preciado, luego lame saboreándolo y después muerde asegurándose que quede bien marcado.
El Omega hace un grito, un poco de sorpresa y otro de excitación. También dolor, era cierto, pero las hormonas de ese Alfa lo tenían más excitado que nada.
Saiki hizo que se deshicieran de la ropa casi en un parpadeo, sus poderes seguían activos y su lado Alfa tenía el poder en ese momento.
Los pezones de Satou estaban ya erguidos al ser desnudado y una leve caricia ajena hizo que soltara un sonido especialmente sensual, no sabía cómo su cuerpo parecía estar sumamente erotizado. Jamás en la vida se sintió tan caliente, solo cuando ha estado con Saiki siente ese calor, ese deseo casi salvaje. A cada caricia su pene vibra, así como cierto lugar se siente aún más inquieto y necesitado. Se retuerce de gusto por lo que le hacen, hace soniditos que solo logran que el Alfa pierda más el control de sí mismo.
Sus penes se rozan con insistencia, con intensidad. El Alfa los estaba masturbando, mientras ambos movían su pelvis rítmicamente, pero Satou ya quiere otra cosa que Saiki detecta.
¿Estás seguro que eso es lo que quieres? Aunque esta casi totalmente dominado por su instinto su lado racional aún quería luchar por no ser un animal y no dañar a su Omega, no destruir su "en apariencia" frágil cuerpo.
Satou quien no está seguro de como parece que Saiki lee su mente, asiente. En realidad, aunque en un principio no hubiera querido, ahora igual lo estaría deseando.
―Eres mi Alfa, hazme el amor...― Separa las piernas apenado, pero deseoso, no quiere parar el acto, lo quiere hasta las últimas consecuencias.
Kusuo se acomoda y toma su pene empujando suave hacia adentro, con calma, aunque la calidez de ese lugar, la estrechez, la sensación que provoca en su virilidad le provoca un sonido de gusto especialmente ruidoso. Entraba lento, pero seguro hasta estar completamente en el interior de su Omega, sintiendo que algo que faltaba dentro de si se completaba. Por su parte Hiroshi sentía algo que abría al máximo su abertura, era grueso, algo duro, caliente y se sentía raro, incluso bastante incomodo en un principio, pero lo necesitaba, más y más en su interior hasta que por fin lo tuvo hasta el tope.
Ambos jadearon ruidosos, era una sensación increíble para ambos, sentirse así. Como el cuerpo de Satou acogía tan bien el pene de Saiki. Ninguno de los dos se empezó a mover hasta unos segundos después, en un movimiento largo donde salía y entraba casi todo el miembro del Alfa.
Se besaron intensamente, Satou acariciaba el cabello de Saiki mientras lo besaba, o cuando el Alfa besaba su cuello, el Omega lo abrazaba de manera cariñosa, dejándose acariciar por su parte.
Más pronto que tarde los movimientos fueron con más intensidad, con rapidez, con fogosidad, en movimientos más cortos o dependiendo de lo que quisieran.
Saiki se sentó de pronto llevando a Satou a sentarse en su miembro embistiéndolo desde abajo mientras agarraba esta vez directamente aquellas nalgas que eran mucho más suaves y blanditas en directo.
Satou se sentaba cada vez más entusiasmado, menos coherente en sus palabras porque sus mismos gemidos o su placer sentido no le dejaban pensar correctamente, solo no quería parar por nada del mundo. Era la mejor sensación que podía sentir en ese momento. No necesitaba a nadie más en ese momento, sino a Saiki, quien tenía la mirada más sexy del mundo, a quien no podría soltar nunca porque ahora pertenecían el uno al otro. Al ser sus nalgas apretadas entre si podía sentir el pene de Saiki aún más grueso y eso le hizo dar un respingo de placer y sacar un sonido especialmente alto.
Apenas si parece que el miembro ajeno sale por completo de Hiroshi vuelve a sentir desde la punta lisa hasta las formas de las venas de aquella virilidad están dentro de sí, invadiéndole hasta chocar con los testículos en sus nalgas, cada vez es más duro o así lo siente, más grueso debido a la misma excitación de ese Alfa que ahora lo sostiene de las caderas llevando esta vez el movimiento en vez del Omega que se aferra como puede a su pareja.
Las manos de Saiki aferraban con fuerza a Satou que se podría asegurar que dejarían marcas. La posición cambio poniendo a Satou en cuatro y abriendo sus nalgas Saiki lo penetro hasta el fondo de una estocada, el interior del Omega ya se sentía demasiado dilatado para cualquier movimiento que hicieran en su interior, que ya eran fuertes y muy enérgicas. Aun así, en esa posición se sentía especialmente profundo tocando esa parte tan sensible masculina, que hace al Omega no aguantar mucho más aunque quisiera y botó chorros de líquido a cada movimiento en su trasero, sin embargo el Alfa no lo soltó, no de momento, luego de unos minutos de intensos movimientos en su agujero que casi lo hacen ponerse duro de nuevo, Satou siente uno tras otro chorro caliente de semen en su interior haciéndole sacar un sonido de gusto, aun duraron un poco más los movimientos hasta que ambos sintieron una sensación que en un momento fue placentera, no se podrían mover.
Saiki volvió a morder entonces el cuello de Satou y luego ambos se quedaron dormidos.
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Saiki despertó en su cama, todo lo anterior le había parecido demasiado intenso, tan absurdamente increíble, que estuvo seguro de haberlo soñado...hasta que vio un cuerpo desnudo a su lado.
No podía ser, pero ahí estaba, Satou dormía inocentemente como un gatito bebé teniendo una marca de mordida de Alfa.
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Believe in Love (Pausada hasta nuevo aviso)
FanfictionSaiki es un Alfa pero uno que atrae a todos a su alrededor, incluso si no es de manera romántica, pues es una nueva especie de Alfa con poderes que los otros Alfas podrían envidiar. El pensó que no quería tener una pareja, no le gustaba cuando los...