Bien ya estaba, ya la había cagado. Había marcado a un Omega de manera inconsciente solo llevado por el olor que sentía. Aunque dudaba que hubiera podido resistirse mucho puesto que desde primera instancia ya le había enloquecido, era un olor difícil de esquivar, de rechazar. Satou era el Omega que le pertenecía por destino y alguna vez tarde o temprano terminarían de ese modo.
Sintió pena y rabia, así no deberían ser las cosas, deberían haber tenido citas, deberían haberse conocido más, sus gustos, sus preferencias, lo que habían hablado apenas era suficiente porque los lados más animales habían surgido, como obligados a fornicar para preservar la especie. Era frustrante no conocer casi nada de la persona que tenía en cama.
Satou abrió los ojos lentamente con un poco de rubor al darse cuenta que en verdad si había sido lo suficiente atrevido para decirle lo que pensaba a Saiki. Es que aquel Alfa tenía algo que le impedía ocultarle sus intenciones, pero tal vez ahora su Alfa lo considerara un fácil o un idiota por entregarse así de fácil.
Lo que menos sabia Satou es que Saiki lo sabía todo, todo lo que pensaba en ese instante ya había sido captado por él.
¿Has dormido bien?
―Si, estoooo... Saiki-san. Lo siento.
¿Por qué?
―Porque tal vez yo lo provoque demasiado. Digo sabía muy bien que usted se sentía casi monstruosamente atraído por mí, pero es que en verdad tengo que ser sincero y es que no me arrepiento de esto. Quería y quiero conocerlo aún, pero también ya quería sentirme un Omega como todos los demás.
Aunque te hubieras contenido, mi parte Alfa actuaba como loca cuando te veía. No es como si hubieras cambiado mucho el resultado. El problema es que tu deseo de ser Omega puede que venga con consecuencias ¿Entiendes eso?
―No creo que sea un problema, digo, es lo normal que una pareja tenga hijos―Niega―. Ya sé, debemos conocernos más. Esto va de prisa y lo tengo claro, pero ahora que lo hicimos ya no sentirá esos deseos incontrolables por mí, yo supongo. Será mucho más fácil conocernos mejor ahora.
Era cierto, el monstruo interno que era su instinto Alfa parecía haberse calmado, ahora que por fin había logrado hacer el amor con Satou. No significaba que fuera algo bueno precisamente, tal vez eso significaba que en verdad Satou podría estar embarazado. No sabía si eso podría ser bueno. Aún eran jóvenes. No entendía muy bien porque Satou estaba tan tranquilo con la situación, si su hijo salía como él, también sería un riesgo, incluso para la gestación de su Omega, puesto que se notaba que su destinado era común y corriente.
Ahora quiero que lo pienses bien Hiroshi. No creo que sea conveniente que tengamos hijos aún ¿No has pensado en que te gustaría ser para un futuro?
El Omega se quedó callado unos momentos antes de responderle.
―Es cierto, somos jóvenes, pero la verdad como nunca he destacado en nada, no he pensado realmente de manera ambiciosa para el futuro.
Saiki se dio cuenta que el joven, aunque parecía sencillo y un buen chico, en realidad tenía un gran problema de autoestima consigo. Estaba muy mal.
Deberías pensar en que, aunque no destaques puedes lograr un buen trabajo. No toda tu vida puede basarse en estar junto a un Alfa, Satou.
―Perdón.
Satou estaba avergonzado, cosa que a Saiki le hizo sentir culpa, la verdad el Alfa está acostumbrado a ser un poco frio con las personas, pero no podía tratar a su pareja de la misma forma en que trata a los demás. Además, que el Omega era el único con el cual realmente parecía que su corazón y sus sentimientos afloraban de verdad.
No lo digo para que te sientas culpable, es solo que realmente quiero lo mejor para ti, para ambos.
¿Para ambos? Parpadeo un segundo, la verdad no sabía cómo podría cuidar a un Omega siendo tan jóvenes ambos, es cierto que tenía muchos poderes, pero no quería abusar de ellos para ello. Sin embargo, no veía mucha salida más que ello.
―Trataré de seguir mis estudios incluso cuidando de nuestro bebé, lo prometo. Seré una buena pareja para ti.
Sé que lo serás, aunque será difícil cuidando un bebé tan joven.
Escucharon pasos y automáticamente ambos se quedaron callados a su vez. Seguramente la madre de Kusuo rondaba cerca. Tenían que vestirse e ir a clases o al menos tratar de irse de allí, Saiki no quería preguntas incomodas de la Alfa.
Satou se apegó más a Saiki cuando los pasos estaban más cerca. Kusuo sintió que de pronto su corazón se saldría de su pecho, jamás había sentido algo tan fuerte, que realmente le sorprendió que un simple acto provocara esto en él.
El Omega hizo un sonido de sorpresa, pues le pareció ver estrellitas de colores por un momento rodeando al Alfa.
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De alguna manera lograron llegar a la escuela, Saiki le dijo que tratara de fingir que todo seguía normal, pero Satou no lo tomó de buena manera, sin embargo, el Alfa creyó que se le pasaría al pasar el día, que de todos modos era lo mejor para no llamar la atención.
En su mente lógica y su modo de ver las cosas creía que así todo estaría bien.
Pero estaba completamente equivocado.
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―Oi colega ¿Vamos después de clases a comer ramen?
Saiki lo ignoró como siempre, aunque Kaidō se acercó haciendo una pose digna de un personaje de anime.
―Saiki, encontré un lugar genial donde seguramente podría ser nuestra guarida para enfrentar a...
Lo dejó parlotear mientras leía un manga no muy conocido para no tener spoilers. Como le gustaría que la gente lo ignorara completamente. Difícil siendo lo que era.
―Saiki-kun~―Se escuchó una voz cantarina de mujer que ya conocía y que a diario lo perseguía, aunque se hiciera la que no.
Vaya, vaya. Ya salió otro grano en el trasero. Parece que entre más los intento alejar más se acercan.
¿Qué no podían dejarlo un minuto tranquilo? Estaba tratando de no escuchar a ninguno de los que tenía al lado que parecía que entre más los ignorara más se pegaran a él como un chicle.
Así que por esa razón quería fingir que nada había pasado. Esa chica Teruhashi está interesada en él. Fui un ingenuo al pensar...
Saiki se levantó de un salto de su asiento al escuchar esos pensamientos de Satou y como pudo trató de hacer a un lado a los demás, pero Satou se había ido a su salón y pronto tocaron el timbre del fin del receso. Iba a buscarlo, pero justo el profesor llegó. Maldita sea, no quería que su Omega pensara cosas que no eran.
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Believe in Love (Pausada hasta nuevo aviso)
Hayran KurguSaiki es un Alfa pero uno que atrae a todos a su alrededor, incluso si no es de manera romántica, pues es una nueva especie de Alfa con poderes que los otros Alfas podrían envidiar. El pensó que no quería tener una pareja, no le gustaba cuando los...