Oneshots Eruri [#Omegacember] HIATUS

1. Voz

Las estrellas adornan el firmamento nocturno dando una espectacular vista de los astros en el cielo. El joven omega de cabellos azabaches miraba desde la ventana del auto a las personas que comenzaban a entrar en donde se celebraría el cumpleaños de su prima Mikasa.

Una joven alfa azabache con la que tenía una relación "especial" pues las burlas por la estatura del omega nunca faltaban al igual que los comentarios sarcásticos referentes a la situación sentimental de la alfa con un omega castaño de ojos verdes. Ella siempre le decía que era su destinado ya que la primera vez que se conocieron así fue como lo sintió, y que haría todo lo posible para estar con él.

Pero Levi no era capaz de creer en esa palabrería barata. Jamás había sentido una sensación parecida, y mucho menos creía que lo haría alguna vez. Su comportamiento mezquino, su manera de hablar y su temperamento no se parecían en nada al comportamiento del omega promedio, por lo que, veía imposible siquiera relacionarse con alguien, casarse y hasta un extremo tener cachorros. Que se jodan, era lo que siempre pensaba del sistema que tanto les habían impuesto.

Finalmente, salieron del auto. Ayudó a su madre a bajar para después tomarla del brazo como todo un caballero y caminar a la entrada. Y a su derecha, su tío estaba acompañado de Urie, el omega con el que se había casado hace un par de años.

No entendía como alguien en su sano juicio se quedaría con Kenny. Debía de estar loco, quizás enamorado aunque siempre dudaba de esto último. Aun así admiraba el matrimonio tan bien cuidado que tenían pues siempre se demostraba que lo que tenían era puro.

—Deberías de conseguir pareja pronto antes de que te arrugues más de la cuenta. Con esa cara de estreñido que siempre tienes ya deberías de pensarlo. Aún eres joven, no desperdicies tu vida así —comentó Kenny a su sobrino al notar como miraba a las parejas pasar con cara de disgusto.

—Vaya. El día de hoy estoy muy preguntón —habló Levi con sarcasmo.

—¿No les había dicho que se guardaran sus comentarios para después? —cuestionó Kuchel molesta. Les dio un codazo a ambos mientras sonreía a las personas que pasaban tratando de disimular—. Levi. Sé educado y respeta a tu tío. Y tu Kenny deja de molestar a mi bebé.

—Kuchel ¿estás en tus cinco sentidos? Esta rata enana ya tiene la mayoría de edad aunque... —Lo analizó de pies a cabeza con una risa socarrona—. Pequeño si es, ¿verdad, Levicito?

—Vuelve a decirme así y te voy a tumbar todos los dientes —Lo miró amenazante mientras fruncía sus finas cejas.

—Si es que me puedes alcanzar, ratita.

—Paren ya —ordenó Kuchel con su voz autoritaria de omega al mirar a ambos.

—Si, si ya entendimos, hermanita.

—Bien, busquemos a la moco- perdón. Quise decir Mikasa —Se corrigió al sentir la mirada amenazante de su madre y se dispuso a obedecerla.

Avanzaron entre la multitud que se comenzaba a aglomerar en el salón buscando a la susodicha a la que tan pronto como vieron llenaron de felicitaciones y elogios por su apariencia. Ella portaba un precioso vestido largo rojo que hacía resaltar su belleza en su máximo esplendor.