Oneshots Eruri [#Omegacember] HIATUS

4. Cuello

Era fin de semana por la noche. Hacía tiempo que no salían debido al trabajo ya que constantemente debían de cumplir con la pesada agenda que tenían que completar. Era una lástima que trabajaran en lugares diferentes pero a la vez estaba bien. Ya que si estuvieran en el mismo lugar de trabajo se les dificultaría el concentrarse pues estarían constantemente encontrándose con el otro.

Así que para olvidarse un rato del estrés del trabajo fueron a ver una película. Ahora mismo estaban en la plaza del centro de la ciudad. Caminaban tomados de las manos mientras miraban los establecimientos comerciales. Nada en especial que quisieran comprar así que solo siguieron avanzando.

Luego de caminar unos cuantos pasos más llegaron finalmente a la entrada del cine. Un simple vistazo en el interior de la sala les hizo caer en cuenta de que era la hora en que más personas empezaban a llegar. Era fin de semana y claro que habían unas cuantas familias con sus cachorros y algunas parejas que probablemente tendrían una cita al igual que ellos. Ya no era una sorpresa de que la fila fuera lo suficientemente larga como para decir que era un ciempiés humano.

—Genial —Un chasquido de lengua ]escapó de los labios de Levi, mostrando así su molestia—. Media hora esperando en la fila. Que fastidio.

—No te preocupes por eso. Estamos aquí para relajarnos...no lo olvides —El rubio lo tomó de ambas manos para depositar un dulce beso en estas—. Empecemos por elegir qué ver antes de que la fila se haga más grande.

—Tienes razón —El azabache miró a su pareja luego de escuchar su voz que lo relajaba poco a poco—. Bien, escojamos rápido.

Miraron la cartelera que estaba a un lado de ellos. Había pasado mucho tiempo desde que habían visitado un cine así que elegir era tedioso para ambos. Se miraron a los ojos un momento y después hacia el frente. No estaban muy convencidos de lo que ofrecían en el cartel. No había ni una sola película que les llamara la atención.

—Hace tiempo que no venía al cine...me siento tan viejo. Ni siquiera puedo escoger nada —Suspiró el alfa y se giró hacia su omega—. Iré a comprar palomitas...tu decides que veremos. Te amo.

—Uh...no me dejes con esta responsabilidad, cejas.

El más bajo suspiró resignado cuando miró al rubio dirigirse hacia la dulcería. Se fue directamente a la fila para así no tardarse tanto. Pasó un buen rato aburrido esperando en la hasta que llegó su turno para pasar al mostrador. Su mirada se enfocaba en el joven cajero que lo atendería. Parecía ser un estudiante de instituto a juzgar por su apariencia más juvenil que la suya.

—¡Bienvenido a la magia del cine, señor! —Un omega rubio lo saludaba con la mano mientras sonreía dulcemente.

—Gracias. Dame dos entradas para adultos. Que sea en la última fila, por favor.

—¡Claro! —Tecleó un par de cosas en su computadora para nuevamente mirarlo—. ¿Qué película será?

—La que sea está bien.

—Mmm...tiene que decirme alguna de las opciones que se muestran en nuestra cartelera, señor —dijo el pequeño omega en un suspiro—. Hay un cartel detrás de mi con las películas más vistas. A la mayoría les gustó...así que puede elegir cualquiera de esas si no está decidido.