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Esa noche no pudo dormir nada.
Las 3:00a.m y seguía viendo el techo, remolineándose en su cama tratando de conciliar el sueño pero aquella imágen de Conny se repetía en su cabeza una y otra vez.
La mañana fué llegando, y con ello tuvo que levantarse para iniciar su rutina como si nada hubiese pasado. Cepilló su cabello, lavó su cara con agua fría para ahuyentar el sueño que acababa de llegarle y bajó al comedor, ayudando a mamá a poner la mesa junto a sus demás hermanos menores.
-¡Vamos, espérame!-
-¡Buenos días!—Phil llegó corriendo, tan alegre como siempre.-
-¡Oye, Phil, sin correr!—le reprendiò Gilda.-
Perdido en sus pensamientos, solo se dirigió hacia mamá, teniendo entre sus manos los platos faltantes y siendo acompañado por Mark.
-Mark, ¿podrías poner la mesa?—le pidió amablemente al castaño con corte de hongo—y __________, ve a ver como va el desayuno.-
-¡Está bien, mamá!-
-Claro—sonrió con naturalidad, dejando los platos azules de plástico en la mesa.-
Mamá le dió unas pequeñas caricias en su cabello, pasando su mano a su mejilla y tocando con su pulgar la parte inferior de sus ojos.
-¿Otra vez el insomnio?—le preguntó con algo de preocupación.-
-Sí..he tratado de todo pero símplemente no pudo—mamá le siguió acariciando, sin tomarle importancia a la mirada perturbada que Emma le dirigía a ambos.-
No me toques. Aléjate de mi. No me hagas daño.
Eran algunos pensamientos que cruzaban por su mente, abrazó a la oji-violeta y sin más se largó a la cocina, soltando un largo y cansado suspiro cuando logró salir del campo de visión de Isabella.
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Terminando el desayuno, estaba por retirarse a la biblioteca. Estaba, porque Emma y Norman pidieron que los acompañara al cuarto donde hacían los exámenes, el cual estaba solo y sin iluminación aparte de la ventana.
-escuchen, ___________, Emma. Deben comportarse de manera normal. Ayer rompimos las reglas y fuimos a la reja, pero no vimos nada—explicó Norman, frente a ellos y con seriedad pero al mismo tiempo serenidad.-
Entonces algo hizo 'click' en su mente.
-Pero el conejito...-
-Sí, mamá quizá lo encontró, pero no sabe quien lo dejó ahí.-
-Mamá estaba sonriendo..no se le nota en la cara para nada—murmuró Emma.-
-Y eso debemos hacer también. Si se nos nota en la cara, mamá lo notará—les sonrió, tratando de calmarlos y reconfortarlos—no podemos perder, sonriamos.-
