Trato

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Jeon JungKook se encontraba simplemente fastidiado, claro, a su madre no le bastaba con casarlo a fuerza, si no, ahora lo obligaba a comprar un atuendo para la cena con los Min. ¿Porque otro traje? Tenía millones en su armario, no era necesario uno más.

-Madre, enserió que no es necesario.-

-Claro que lo es, hoy podrás conocer a tu futura esposa.-

Bien, posiblemente JungKook se arrepienta, pero debía decirlo, no quería un compromiso forzado, y tampoco era los de "estoy esperando al amor de mi vida, a mi destinado" eso sería demasiado, su madre jamás le creíria,

-Madre....debo decirte algo.-

-Dímelo.-

Era su oportunidad, no tenía opción, lo diría de una vez, tal vez no completa, pero si a medias.

-Soy gay.-

Por algún motivo, vio a su madre igual, no cambió ninguna de sus facciones, ¿es posible que no le haya creído?

-Lo se, eres mi hijo.-

¿Que? Algo debe andar mal en su madre, si sabía sobre su orientación sexual, ¿porque obligarlo a casarse con una mujer?

-Si lo sabes, ¿porque seguir con esta tontería?

Estaba ¿enojado? No, la palabra perfecta sería: confuso, no entienda a su madre, todo esto no lo comprendía.

-Hijo, te lo ha dicho ya tu padre, es beneficioso para la empresa, solo imagínate, la empresa de vinos Jeon, con la empresa de Vodka de los Min, se extendería el negocio.

-Y yo igual ya se los dije, no me importa, la empresa va perfecta, esto es una locura, no me gustan las mujeres.

Y vaya mentira, aunque era cierto que también le atraían los hombres, pero muy pocos tenían un olor agradable que despertaran a su lobo.

-Mira Jeon, solo cásate, después te divorcias si así lo deseas, pero debes dar un heredero con una de las Min.-

Su madre si que estaba frustrada, decirle Jeon, era otro nivel.

-No, y no, teníamos un trato, si no me llegara a gustar, ninguna de las Min, no me casaría.

Había un problema para Jeon, y era que si le gustaron las Min, eran muy atractivas y al investigar sobre estas, descubrió sus olores y eran muy agradables, pero, bueno, para Jeon siempre habrá un pero cuando de amor se trate, pero el no deseaba casarse con ella, a costarse, tal vez, pero un compromiso, era demasiado.

-Actuas como un niño JungKook, tendrás que casarse con una de las Min's, si o si.-

-No discutiré esto contigo, hablaré con mi padre.-

-Perderás tu tiempo, te dira lo mismo.-

-mi padre es un Jeon, y un Jeon cumple con su palabra.-

Su madre se dio por vencida, estaba harta con eso de "lis Jion cin ciimpli si primisi" no discutirian en plena tienda con du hijo , solo escogió un traje azul.
¿Azul? JungKook estaba seguro que tenía unos 30 iguales que ese, no diría nada, no volvería a discutir con su madre de nuevo.

-Bienvenido a casa, señor JungKook

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-Bienvenido a casa, señor JungKook.-

JungKook se sintió aliviado cuando llegó a casa de sus padres y se sentó en uno de los mil sillones, no comprendía porque su madre tenia tantos muebles, el tenia solo lo justo.
Aunque debía aceptarlo, volver en donde creció, era lindo.

-Cada que vengo, hay mas cosas,-

-Bueno, si vinieras seguido, no verías todo tan raro.-

Y es que si, cuando JungKook decidió irse, dejó de visitar a sus padres, era agotador, su trabajo lo era, y como no serlo, si cuando cumplió los 20, tuvo que hacerse cargo de la empresa de su padre.

Aunque el lobo de mi padre fuera fuerte, la parte humana no tanto, ya que se complico de salud, pero gracias a su lobo, a sobrevivido bien.

-No es para tanto, la empresa me tiene ocupado.-

-Y te tendrá más ocupado si te casas con una de las Min.-

Dijo su padre, que venía bajando de las grandes escaleras.
Haberse mudado a un lugar más pequeño tenía sus beneficios, los cuales eran, no subir grandes escaleras.

-No lo creo, con el trabajo que tengo, me basta y me sobra.-

-Eso espero.

-debería ir arreglarme, no deseo llegar tarde a la reunión.

-Te acompaño, amor, yo igual comenzaré a vestirme. Y hazlo lo mismo JungKook. -

-Si, si, madre.-

Su padre y madre, volvieron a subir las grandes escaleras. En verdad que no tenía ganas de ir a dicha cena, sería aburrida como todas las demás que a ido. Solo son negocios, y nada más.
Al señor Min ya lo había conocido antes, en varias fiestas, lo que llama la atención del imperio Min, es que, si eres mujeres, eres omega, y si eres alfa, eres hombre, y no se como le hacen para tener todo tan bien, como el señor Min tuvo solo mujeres omegas, pero eso no importaba, al menos no para el.

-Estamos listos

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-Estamos listos.

Gritaron sus padres, y en efecto, ya estaban lisfo para ir a la casa Min, JungKook bajo de las odiosas escaleras, con su traje azul escogido por su madre, tenía 28 años y su madre aún le elegía la ropa, perfecto JungKook.

-Estas guapísimo, te pareces a tu madre.-

-¿bromeas? Esta claro que se parece a mi.-

De cierta forma, su padre tenía razón, sus rasgo son más a los de su padre, tal vez si hubiese sido omega, sería como su madre.

Por fin, ya estaba aquí, en la casa de lo Min. El padre de JungKook llamó a la puerta, en lo que abrían, Jeon tomó el brazo de su padre.

-No olvides nuestro trato, padre.-

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