Esclavitud Neko

Capítulo 02

Kyoka podía sentir al hombre midiéndola. "Bastante flaca, no tiene buena postura, ¿estás segura de que la quieres?" preguntó.

"Estoy segura, padre" habló la niña y su padre suspiró antes de irse a buscar al vendedor.

"¿Cuál es tu nombre?" preguntó la niña. Kyoka descubrió que le gustaba el sonido de su voz, era suave para sus oídos, a diferencia de los ásperos gritos a los que se había acostumbrado.

"¿Quien eres tu?" Ella chasqueó. "Bueno, soy Momo Yaoyorozu" se presentó Momo, moviendo el cuello para ver si sus padres ya habían localizado al vendedor.

"Por favor, dime tu nombre" intentó de nuevo. La neko suspiró, su enérgica exhalación movió el cabello de su flequillo de manera linda. "Kyoka Jiro" respondió con un bufido y Momo sonrió en respuesta.

Los padres de Momo pronto regresaron, junto a un hombre sudoroso, con su camiseta amarilla demasiado pequeña sobre su estómago. Avanzaba dando brincos, limpiando la grasa de sus dedos en la parte delantera de su camisa.El padre de Momo parecía disgustado cuando el hombre se acercó a él, obviamente sin darse cuenta del espacio personal. "Ah, quieres a la joven Jiro, ¡ey! Buen espécimen"

Kyoka le siseó, entrecerró los ojos y destellaron los colmillos. "Te portas bien", amenazó empujándola con más fuerza, solo para saltar hacia atrás cuando ella se abalanzó sobre él, su cabeza fue sacudida por la cruel cadena que la sostenía contra la pared.

Momo sonrió mientras veía al hombre tropezar, chocando contra su padre, quien dio un paso para evitarlo, limpiando la suciedad imaginaria de la manga de su chaqueta.

El hombre recuperó el equilibrio y se volvió hacia su padre una vez más. "Preciosa neko, ¿cuánto estarías dispuesto a pagar por un buen espécimen como este?", volviendo su atención a la joven neko. Sus orejas estaban planas contra su cabeza que estaba inclinada, su flequillo cubría sus ojos

Momo sintió una mano en su hombro mientras su madre le sonreía. "Entonces... ella es la indicada, felicitaciones" sonrió de nuevo y Momo se la devolvió.

Kyoka fue desencadenada de la pared y la cadena se la entregó a su padre, quien la agarró con fuerza mientras se dirigían a un escritorio para firmar los documentos necesarios.

Después de firmar su nombre varias veces, Momo finalmente recibió una licencia de propietario y se le permitió irse, ahora oficialmente era propietaria de Kyoka.

Kyoka se paró junto al padre de Momo, sin levantar la cabeza. Suspiró mientras esperaba.

Finalmente, todo fue firmado y la cadena la tiró hacia adelante, ahogándose cuando el collar se apretó contra su garganta. Ella siguió a la familia afuera. Instantáneamente sintió que la tensión en sus hombros se desvanecía cuando el aire fresco la saludó y sintió el calor del sol en su espalda.

Caminó lentamente, tratando de saborear el aire libre, sabía que una vez que llegara a la mansión de la familia, la encerrarían en una celda oscura como lo había estado en innumerables ocasiones antes.

El Sr. Yaoyorozu se impacientó y empujó a Kyoka hacia adelante. Ella tropezó un poco y se volvió para gruñirle, con los ojos entrecerrados en finas rendijas. Él la miró en respuesta antes de arrastrarla hacia la brillante limosina negra al final del estacionamiento.

Se arrastró por la puerta detrás de Momo y se instaló en el suelo del coche.

Momo frunció el ceño levemente mientras veía a Kyoka acurrucarse en el suelo. Enganchó un dedo alrededor del cuello de la niña gata, tirándola suavemente hacia el asiento.

Kyoka hizo una mueca cuando el metal se clavó en su piel y Momo se maldijo a sí misma por la herida "Lo siento" se disculpó rápidamente.

Kyoka no se molestó en responder, sino que volvió la mirada para mirar por la ventana del coche.

Momo rápidamente sacó una llave de su bolsillo. "Aquí... vamos a sacar esto de ti" murmuró, abriendo las esposas de Kyokas y dejando que el pesado metal cayera sobre el asiento.

Kyoka movió lentamente sus muñecas, tratando de aliviar algo del dolor de la piel dañada.

Momo se recostó, mirando a la escuálida esclava, le molestaba ver lo tensa que estaba la neko, su cuerpo temblaba levemente mientras se sentaba quieta, viendo el mundo pasar.

Kyoka giró la cabeza, sintiendo la mirada de Momos, lo que hizo que este último se volviera rápidamente.

01/12/21