-¿Me odias?
-sinceramente sí, pero también te amo- le respondí.Todo entre nosotros era muy sencillo y a la vez complicado El me conocía no hacía falta mentirle y a pesar de mi indiferencia y mi crueldad el seguía insistiendo en que soy la mujer de su vida y a decir verdad aunque me gustaba mucho su manera de convencer yo jamás creí en sus mentiras.
Nos mirábamos todos los viernes; él venía a mi casa saliendo de trabajar y pasamos todo el fin de semana juntos. Me gustaba tenerlo en la casa ya no era mi novio ni mi amigo ni mi amante el ahora era mi "ex". Pero aunque suene absurdo el parecía ser más algo así como mi todo. Me gustaba tenerlo en casa pero cada lunes en la mañana decíamos adiós, el resto de los días que tenía que conformarme con el olor que dejaba en mi almohada. Mi cuerpo, mi mente y todos mis sentidos estaban tan aferrados a él, que el solo hecho de pensar en reemplazarlo me parecía una idea absurda. Lo odiaba pero también lo necesitaba. El era mi única droga, no importa cuántas veces se intentara sacarlo de mi vida, con solo tenerlo sobre mí haciéndome el amor podía poner una pausa a la separación para decirle estremecida -te amo, te amo, te amo- una y otra vez. De verdad lo amaba... lo amaba, cada vez que hacíamos el amor, y solo entonces me atrevía a confesarlo.
F. Urióstegui
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CORAZÓN DE HORMIGA 🎻🐜 Relatos cortos sin final feliz
RandomRELATOS CORTOS SIN FINAL FELIZ.