Prólogo

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Veo y siento la necesidad de tenerte, abrazarte. Solo quiero besarte, tenerte a mi lado y tocar cada parte de ti. Con tan solo pensarte, sé que eres tú.

Chico, te veo diario y no dejo de pensar en ti. Ver tu cabello negro y tu piel morena me hace feliz. Pero sé que no eres mío, por eso no me acerco a ti. Si supieras lo que siento por ti...

Necesito hablarte, tocarte, verte sonreír; me hace sonreír. Eres tan embriagante. Quiero contemplarte sin contar el tiempo.

Desde los 12 años vi a un chavo afuera de mi casa, patinando con el pelo mitad rojo y mitad negro. ¿Raro, no? Ahora tengo 16 y sigo aquí, porque siempre estás en mi mente.

La mayoría de mis amigos le dicen "el bistec" porque un día se me quemó un bistec un poco y me recordó a él. Se los comenté y se echaron a reír. Desde ahí le dicen así. Damián es su segundo nombre.

Aun me pregunto: ¿me puedo enamorar de alguien a quien no le hablo, a alguien que no conozco? Me creé una cuenta falsa para hablarle. ¿Qué hago? Siento que me hundo. Me enamoré de sus imperfecciones: cuando come un elote y se ríe viendo memes, o cuando se sube al perro como si fuera un caballo. Te amo, Damián. Me gustan tus caras cuando lees. ¿Cómo se llama ese libro? ¿"Boulevard"? Ese día te vi llorar.

O como cuando te estabas cambiando y te vi sin playera. Me quedé con la boca abierta y te reíste. Pero tenía que llegar tu amiguita a abrazarte. Realmente no son celos, es envidia porque no puedo abrazarte, sentir tu olor, reír contigo, y ella sí. Simplemente quiero conocerte, hacerte reír, quiero que patinemos y te caigas, y no te levante y me ría. Solo quiero compartir tiempo contigo.

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CUAL ERA TU NOMBRE?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora