Después de pensarlo mucho, decidí enviarle un mensaje a Damian. Empecé a buscarlo y noté que tenía una foto con una patineta. Decidí mandarle un mensaje.
Yo: Hola.
Damian: Hola.
Yo: Hola.
Damian: ¿Te conozco?
Yo: No, creo que no.
Damian: Bueno, ¿y cómo te llamas?
Yo: Me llamo Alisson.
Damian: Mm, yo me llamo Damian.
Yo: Ah, qué lindo nombre. (Aunque ya sabía su nombre, así se llama en Facechat. Jajaja.)
Empecé a revisar sus publicaciones y, de repente, me llegó otro mensaje de Damian.
Damian: Estem, ¿y qué te gusta?
Yo: Pues depende. Música, series, películas, etc.
Damian: No sé, lo que sea está bien. Jajaja. Mejor dime todo.
Yo: Bueno, me gusta Pink Floyd, Stranger Things, Anne with an E, un stand-up de besos, supongo, y creo que mi favorita es "A dos metros de ti". Perdón, hablo mucho.
Damian: Jajaja, no te preocupes. Me gusta que hables mucho. Eres linda. Ah, también amo "A dos metros de ti". Amo a Estella.
Yo: Jajaja, pues cásate con ella.
Damian: Si pudiera. Jaja.
La conversación se puso un poco incómoda y sentí que se volvía estúpida. Decidí decir algo para romper el hielo.
Yo: Pues, ¿y te gusta leer? ¿Has leído?
Damian: Sí, te soy sincero, amo leer. Me encanta leer, vivo de leer.
Yo: ¿Y qué libros has leído? ¿Conoces "Boulevard", "A través de mi ventana", "Leonor y Park" o "Antes de diciembre"?
Damian: Jajaja, sí, son mis favoritos. Creo que me deberías recomendar alguno.
Yo: Te recomiendo "Am Stranger". Jajaja, ay, no sé, creo que no se llama así.
Damian: Jajaja, no te preocupes. Oye, me tengo que ir a dormir, mañana trabajo. Te mando mensaje.
Yo: Jajaja, claro que sí.
Eran las 12 de la noche, y aunque me sentía emocionada, ya era tarde y se suponía que debía estar dormida a las 10. Mis padres eran muy estrictos y me castigaron por quedarme despierta hasta tarde. Lamentablemente, me quitaron el teléfono por 3 días. Durante esos días, recibí 10 mensajes de Damian.
Damian: Hola.
Damian: Hola.
Damian: Hola.
Damian: ¿Estás bien?
Damian: Me preocupas. ¿Estás bien?
Damian: Oye, ¿estás bien?
Damian: Hola.
Damian: Hola.
Finalmente, respondí:
Yo: Hola, lo siento, estuve castigada.
Damian: Jajaja, ¿te castigan todavía?
Yo: Sí, xd.
La conversación se volvió más seca después de eso. Me sentía mal porque parecía que estaba siendo frío, pero bueno, así comenzó esta historia.
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