---Damian: Entiendo, a veces también me castigaban por quedarme despierto. No te preocupes.
Li: Gracias por entender.
Damian: No hay problema. ¿Cómo pasaste esos días sin teléfono?
Li: Fue aburrido y un poco estresante, pero traté de leer y hacer algunas cosas para distraerme. ¿Y tú? ¿Cómo va todo?
Damian: Bastante bien. He estado ocupado con el skate y con algunas cosas en el trabajo.
Li: ¡Qué bien! Me alegra escuchar eso. Me perdí algunas actualizaciones en tus publicaciones.
Damian: Sí, he estado subiendo algunos videos nuevos. Si quieres, puedo enviarte los enlaces para que los veas.
Li: ¡Eso sería genial! Me encantaría verlos.
Damian: Perfecto, te los enviaré. Y si quieres, podemos quedar para patinar el fin de semana. Así me cuentas qué opinas de los videos en persona.
Li: Me encantaría. ¿Qué día te viene bien?
Damian: ¿Qué te parece el sábado por la tarde?
Li: Está bien para mí.
Damian: Genial. Nos vemos el sábado entonces. Estoy deseando que llegue.
Li: Yo también. Gracias por ser tan comprensivo.
Damian: De nada. ¡Hasta el sábado!
La idea de encontrarnos para patinar me emocionaba mucho. A pesar de que los días sin teléfono habían sido difíciles, la perspectiva de ver a Damian me hizo sentir que valió la pena.
Finalmente, el sábado llegó y me preparé con mucho entusiasmo. Me puse mi equipo de patinaje, tratando de estar lista para la cita. Cuando llegué al parque, vi a Damian esperándome cerca de la pista de skate.
Nos saludamos con una sonrisa y comenzamos a patinar juntos. Hablamos de todo, desde nuestras películas y libros favoritos hasta anécdotas divertidas. La conexión que sentía con él era cada vez más fuerte.
Durante la tarde, mientras nos sentábamos a descansar, Damian me miró con una sonrisa sincera y me dijo:
Damian: Me alegra que hayamos tenido esta conversación. Eres realmente genial, Li.
Li: Gracias, Damian. Me siento igual.
Fue un día perfecto y, al final, supimos que este era solo el comienzo de algo especial.
Así comenzó una nueva etapa en nuestra relación, llena de momentos compartidos, risas y una conexión que iba más allá de las palabras.