CAPÍTULO 12

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El día había llegado. Sungchan se quedó mirando su reflejo en el espejo, el traje negro parecido al de un príncipe de cuentos le quedaba perfectamente. Sus ojos se entristecieron al recordar lo que tenía que hacer hoy. Quería estar con Aera, pero decepcionar a su padre era algo que prefería no hacer.

Haechan volteó hacia su mejor amigo y su mirada se suavizó, "No te preocupes, seguirás siendo mi príncipe" trató de animarlo, colocando cuidadosamente su mano sobre el hombro del príncipe.  Sungchan le devolvió la sonrisa con tristeza.

"Lo sé, esa es la peor parte de todo esto", dijo, devolviéndole una broma, aunque no sonaba como si estuviera animándose.

Haechan retiró su mano, "Solo sé que estoy aquí para ti. Ahora deja de compadecerte de ti mismo y comienza a actuar como un rey. Te vas a casar" le dijo al príncipe, cansado de su comportamiento poco alegre en un día tan alegre. Sungchan se miró por última vez en el espejo antes de armarse de valor para abrir la puerta del salón de bodas.

...

Los ojos de Sungchan recorrieron a todas las personas que estaban sentadas en la gran iglesia. En las primeras filas, su familia y la de Bom. Detrás de ellos gente importante y en la parte de atrás gente de todos los diferentes pueblos que querían ver al príncipe casarse.

Sus ojos se dirigieron hacia Haechan, quien levantó su pulgar, haciendo que Sungchan se sintiera un poco menos ansioso. Su cuerpo estaba bombeado por los nervios, sus manos sudorosas mientras temblaban. De repente notó al señor Moon entrando junto con Aera.

Su mirada estaba atrapada en ella, sus ojos la seguían a cada paso hasta que ella se sentó. Aera sin embargo trató de no mirarlo. Pero cuando ella se sentó, sus ojos se encontraron. Hizo que Sungchan se sintiera a gusto.

Se olvidó de la boda por un minuto, se olvidó de su plan. Fue como si el mundo se detuviera por un minuto, para ellos.

Aera no sabía lo que estaba a punto de suceder, así que miró hacia otro lado, no queriendo verlo esperando en el altar por alguien más. Mientras lo hacía, sus ojos se posaron en Renjun que estaba entrando. Cuando hicieron contacto visual, ella acomodó el asiento junto a ella y le pidió que se sentara junto a ella.

Lentamente sacudió la cabeza y señaló hacia todos los guardias que estaban sentados unos con otros. Ella asintió, fingiendo una sonrisa hacia él. Ella sabía que su conversación lo había lastimado, pero no quería que terminaran en malos términos.

De repente, se escuchó música a todo volumen y todos miraron hacia atrás.  la puerta se abrió, revelando a Bom con su hermoso vestido de novia. Ella sonrió falsamente a todos mientras lentamente se dirigía al altar. Sintió los ojos de su familia arder en su carne, la presión era cada vez más grande.

De repente, se sintió insegura de si Sungchan realmente iba a decir que no. ¿Y si él quería esto y Chenle lo inventó? Cuando llegó al altar, agarró la mano de Sungchan y le sonrió dulcemente.

Lentamente lo atrajo un poco más cerca, "¿Enserio tienes un plan? ¿Enserio me vas a decir que no?"  susurró, tratando de no mover mucho la boca.

Sungchan asintió lentamente, apretando suavemente su mano. Sus ojos parpadearon hacia Aera una última vez antes de agarrar la otra mano de la chica.

El sacerdote se aclaró la garganta, haciendo que la audiencia se callara, "Queridos reyes, caballeros y granjeros, familiares, amigos y pueblerinos. Estamos reunidos aquí hoy para ver a dos personas y dos naciones unirse", comenzó el hombre mayor de blanco.

El padre de Sungchan le sonrió con orgullo mientras el sacerdote continuaba, "Ahora, Jung Sungchan del reino Jung, ¿Tomas a Jeon Bom como tu esposa y prometes permanecer juntos hasta que la muerte los separe, con amor y cuidado?".

𝗥𝗘𝗦𝗢𝗡𝗔𝗡𝗖𝗘 ─  𝗷.𝘀𝘂𝗻𝗴𝗰𝗵𝗮𝗻𝗴 ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora