Se conocieron de una forma atípica, bueno, mas bien Fushiguro fue quien conoció a la apellidada Kawata de una manera un tanto diferente a lo natural, pues no se lo esperaba y por lo peligroso que era sacarle el ojo de encima no le quedo de otra que...
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Ya hace un buen rato la había inundado con llamadas, pero no contestaba, se le cruzo por la cabeza que tenia el celular apagado o se quedo sin batería, así que decidió ir a su departamento para ver si todo estaba en orden, pero tampoco nadie contesto, en este momento Fushiguro se estaba empezando a desesperar, y si ¿Se había mareado de nuevo?, ¿Por eso no contestaba la puerta?. Antes de intentar tumbar la puerta para ver si ella estaba bien, tomo la decisión de preguntarle a la portera del edificio si una chica con las características de Kawata había salido del lugar, para su mala y buena suerte dijo que si, por su buena suerte de saber porque no le contestaba las llamadas y su mala suerte porque no tenia idea donde se había metido.
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—Entonces... Es por eso que usted quiere... Quiere ¿Qué sea chaman? —tengo un tono de voz apagado, todavía sigo procesando lo que sucedió hace unas dos horas.
—¡Si! y ¿Qué te parece? —mientras que el hombre con la venda en los ojos se acomodaba en su asiento, yo acariciaba a Fluffy. El estaba esperando la parada del tren en una cafetería que estaba en el metro, realmente le agradezco que me haya comprado un café, sumando que dejo que me coma algunos kikufuku, este tipo se la paso como por una hora hablando de que estaban hechos y donde los compro.
—Bue... Bueno... No se si alguien como yo... Pueda hacer ese tipo de trabajos —¿Por que tartamudeo tanto?.
Me gustaría dejar de tartamudear cada vez que hablo, con Fushiguro actualmente no es tan frecuente, ya puedo hablar un poco mejor con el, pero con gente nueva parece como si se me hubiera caído la lengua.
—No te preocupes, yo me asegurare de que tus habilidades se les pueda exprimir todo el jugo posible, tienes un gran potencial y no te lo dice cualquiera, sino el gran chaman Gojo Satoru, además, tendrás un compañero que te guiara, es un poco cascarrabias, pero se que se llevarían bien.
—¿Gran potencial?.
—¡Si!, no te tires tantos baldes de agua fría, se que alguien como tu llegaría a ser un chaman muy temido.
—Am... Bueno... No lo se.
—Bien, de lo que quiero hablar ahora es otra cosa. Entonces, ¿Cómo conociste a esa maldición?.
—¿Fluffy?, pues era una niña... Creo que tenia diez o nueve años, em... Bien a Fluffy me lo encontré de regreso a casa ese día, cuando lo vi el simplemente empezó a seguirme y pues como era muy tierno lo adopte.
—Ya veo, entonces no es una técnica maldita.
—¿Técnica maldita?.
—Es el uso o manipulación de energía maldita a través de una determinada técnica. Las técnicas suelen ser bastantes diversas y tienden a ser exclusivas del usuario o de su familia o clan, la formación principal de la técnica va a depender de su tipo y de las capacidades de su usuario. Asimismo, se requiere la capacidad de poder manipular la energía maldita que nace de las emociones negativas que naturalmente fluye a través del cuerpo. Casi todos los humanos, de alguna u otra forma, son capaces de emitir dicha energía y sólo aquellos que tengan un cierto control sobre la misma, pueden llegar a ejercer como chamanes ya que, de este modo, serán capaces de usarla a voluntad y poder poseer o aprender una técnica maldita —es muy confuso, pero dentro de todo creo que logro entenderlo. Ahora que lo pienso...
