El tiempo de un mortal; WinterIron

Capítulo 1

Explotó. Y la ola expansiva golpeó su cuerpo, enviándolo tan lejos de la zona de rescate. Su piel ardió y la poca fuerza que sostenía su cuerpo en aquel momento le permitió levantarse, mientras se apoyaba sobre, en su borrosa vista, era una pared de concreto.

El polvo que fue levantando se mantenía en el aire y lo poco que podía presenciar se encontraba destruido. No avanzó. El dolor de su pierna era punzante, mucho más con la extraña posición en la que se encontraba doblada. James gruñó al dejar que su espalda se apoyara contra el objeto firme, se dejó caer entre los escombros, mordió su labio inferior.

—Soldado Barnes, se reporta —comunicó al encender su radio, pero solo podía escuchar la interferencia—. ¿Me escucha? Capitán Rogers.

Sin respuesta del otro lado de la línea. No había sido algo planeado y ni siquiera pensó en su inocencia que aquel grupo de terroristas que explotarían a las personas que mantenían como rehenes.

—Capitán Rogers, repórtese.

Observó su pierna, y siseando de dolor, cómoda el hueso de la rótula. Ahogó un grito de dolor por el brusco del movimiento. Jadeó, con la respiración acelerada, se quitó los guantes, y limpió el área de sus ojos, buscando que el polvo no molestara su vista. Aún estaba solo, incluso cuando el dolor de su pierna ya no era una molestia, aun quería saber sobre su equipo.

—Capitán Rogers, ¿Me escucha?

—Te escucho, no te muevas del lugar. El equipo se esta acercando, y la ayuda pronto- llega-

La línea fue cortada y los disparos se escucharon a su alrededor. Los antis los estaban atacando. Acomodó el casco sobre su cabeza, y se levantó, cojeando para acercarse al área de combate. Rogers le había pedido que se quedara en el lugar, pero eso era imposible. James lo sabía, aun podía haber sobrevivientes en el lugar, rehenes que desean regresar a su hogar, alejados de los cimientos de la guerra.

Sostuvo con fuerza su arma, y se escondió detrás de los escombros. El polvo se había levantado por completo. Podía escuchar a esas personas gritar en su idioma, y los pasos apresurados empezaron a rodear su escondite. Apagó la radio, y el auricular en su oído empezó a sonar con las ordenes de una voz femenina.

"Del lado izquierdo al sur, fuera de la línea con posibles explosivos. Capitán Rogers avance con su equipo, más adelante hay un grupo de hombres armados"

James se asomó desde su punto de vista, podía ver las casas a medio destruir, y la zona de explosivos mucho más adelante. Los disparos volvieron a escucharse, seguidos de llantos, infantiles y adultos. Era incluso peor de lo que habían notificado. Recargó su arma, y esperó a que Rogers diera la orden de avanzar.

"Disparen en puntos no vitales, los necesitamos vivos. Necesitamos información" Continuó Hill desde la línea. Asintió para sí mismo, mientras que avanzaba un poco más, notando la presencia de lo que quedaba de su equipo, al igual que el capitán Rogers, le daba una mirada rápida, asegurando su bienestar.

Y un simple ahora, fue lo que escuchó James para salir y atacar al enemigo. Disparó y cuidó cada paso que daba, la voz de Rogers gritando que avanzaran solo lo alentó a ir hasta donde estaba el refugio mientras cuidaba la espalda de algunos de sus compañeros. Los gritos de los enemigos se volvieron mucho más violento mientras se acercaban, quizás viendo su pronta derrota a manos de los americanos. James, golpeó el rostro de los encapuchados, dejándolo inconsciente, continuó avanzando.

"El equipo de Romanoff entró a la casa, y el equipo Stark, está rodeando el lugar. Cubran los cuatro puntos" ordenó el capitán, por lo que él se dirigió hasta el lado derecho. Encorvando su cuerpo, queriendo pasar desapercibido de quienes corrían por el lugar. Escuchó los disparos a su costado, y notó como dos cuerpos cayeron mientras se retorcían del dolor. Rápidamente, sin pensarlo, busca las esposas para apresarlo, al igual que un soldado seguía su ejemplo.