Chapter XIV

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"El pasado tiene todas las respuestas de las preguntas del presenta, solo debes tener el valor de escarbar en lo mas profundo  de las memorias pasadas"

Era época de fiestas en la manada, tiempo en que los jóvenes maduraban alcanzando a desarrollar al máximo su instinto lobuno, no era de sorprenderse que encontraras a parejas en medio del bosque a punto de aparearse. Howard y María Stark, los lideres de aquel pequeño mundo escondido en el bosque, amados y respetados por todos, criando con amor y respeto a su pequeño bebe. Todo parecía amor y tranquilidad, todo parecía perfecto, hasta que Howard comenzó a involucrase en los proyectos de la milicia, fue cuando comenzó a crear aquel suero, fue cuando lo conoció.

Todo los alfas puros tienen una alma gemela, la persona que lo acompaña toda la vida, por quien vivirán y morirán, sin embargo, hay leyendas contadas por la luna, cuentos que alguna vez fueron mitos, historias que algún pobre desgraciado deseaba creer, todos saben que cuando un lobo pierde a su otra mitad, la seguirá al camino, buscara su mano en la oscuridad y la perseguirá hasta el lúgubre camino de la muerte, Howard lo recuerda, aquella leyenda contada por su vieja abuela, perjurando que ella lo vivió, una segunda oportunidad para amor.

Aquella anciana de cabello blanco, quien tomaba la mano de su joven esposo quien yacía en cama, a quien cuidaba con todo el a mor y devoción, le contaba, como una leyenda antigua, escrita en las paredes de piedra de aquella cueva donde la historia comenzó, "Pequeño, la Luna es nuestra diosa mas bella y bondadosa que existe, ella cuando nos presto su habilidad, cuando nos unió a los lobos en los principios de la historia, ella creo dos caminos para nosotros, resulta pequeño dulce, que nuestra alma no fue partida en dos, éramos tres, tres amores que podían vivir una vida de armonio, o bien elegir con quien caminarían por la vida, pequeño dulce, tu abuelo fue mi segunda mitad, fue con quien forme una vida, pero antes de él, existió mi primera mitad, desgraciadamente murió siquiera antes de formar un lazo" - Howard recuera escuchar con ojos curiosos aquella historia, sabiendo que su abuelo pudo ser otra persona – " La Luna nos dios dos mitades más, es deber de nosotros elegir a quien le entregaremos nuestro cuerpo y almas, pequeño dulce, de los dos, uno será quien mas caliente tu corazón, mientras el otro lo pinchara con una espina".

Cuando Howard creció, aquella historia paso a ser un recuerdo vago en su memoria, sin su abuela que reviviera aquellas palabras, aquel mito fue borrado, desgraciadamente para él, aquella espina que pincharía su corazón, apareció en el momento menos indicado, recuerda llegar con emoción al laboratorio para seguir con su investigación, recuerda regresar a su casa para estar con su niño y María, y después, recuerda estar en el campo militar sintiendo el agridulce olor atractivo y a la vez molesto de aquel recluta, recuerda sentir la incomodidad en su piel, recuerda el latir de su corazón, recuerda las peleas de María por no su cambio de actitud, recuerda los llantos de su pequeño niño, recuerda la tentación en carne propia, el tenerlo cerca, como sediento sin poder beber agua, recuerda las desgracias que vinieron después de conocerlo a él, pero sobre todo, recuerda los cuentos de su anciana abuela.

James Buchanan Barnes, un hombre de raíz torcida, enlistado en el ejercito queriendo servir en su país, buen hombre pero fiel amante de las mujeres, de beber y divertirse, cuidaba de su buen amigo Rogers, un buen soldado, con la vida escrita por el mismo, tal vez casarse con una mujer hermosa y tener un pequeño soldadito, al menos eso crea, al menos gustaba de los pechos grandes y las piernas torneadas, y a pesar de eso, no pudo evitar querer siempre estar cerca de Howard Stark, de estar en su laboratorio, de querer besar sus labios. Barnes dudaba de su salud mental, un día amanecer en la cama con una bella mujer en su brazos, y otra teniendo fuertes sueños calientes con uno de sus superiores.

Entonces, Barnes observo de lejos la foto de Tony Stark, tan parecido a su padre, con aquella sonrisa coqueta, pero con los ojos de su madre, entonces Fury lo miraba con interrogación, esperando una respuesta, pero Barnes guardo silencio mientras se alejaba de la pared cristalina y se escondida en lo más oscuro de su jaula, con los ojos cerrados y su mente perdida en el pasado.

- Pensé que esto tomaría menos tiempo, parece que te gusta estar encerrado ahí – Fury estaba molesto, quería respuestas, y sabia que su prisionero las tenia todas.

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Tony leyó una vez más toda la información frente a él, con una taza de café en sus manos, no había rastros de estar encerrado con anterioridad y encadenado, se veía fresco, se veía bien, Visión se acerco a el flotando, relajado y feliz de que su padre ahora se encuentre mejor.

− Sr. Stark, el capitán Rogers se encuentra fuera de peligro, tiene leves heridas en su cuerpo, pero con el suero del soldado sanaran − Tony suspiro, no estaba nada arrepentido de lo que le hizo a Rogers, ese soldado fue quien se metió donde no lo llamaban.

− Transfiere una cantidad como compensación de las heridas que le cause a su cuenta Viernes – Stark cerro la información, camino hacia Visión − Sin deber nada, vamos a comer algo rico, mejor dicho, acompáñame Visión.

24/feb/23

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