Property of Stark

Chapter VIII

Toma mi mano y prometo nunca soltarte, como podría dejarte ir si te he esperado por tanto años, tantas vidas buscándote

Toma mi mano y te haré feliz, déjame besarte antes de que la realidad te aleje de mi...

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Tony sonrió al encontrar una mochila con ropa recargada en un árbol, uno retirado del complejo, sabia muy bien quien la había dejado, el único que parecía apreciarlo y cuidarlo, se colocó la ropa y posteriormente se adentro al complejo, todo estaba en completa oscuridad, era de esperarse, eran las 3 de la madrugada, la luna estaba en su punto máximo de belleza, todos deberían estar dormidos, cuando paso por la sala con dirección a su habitación, un olor muy conocido llego a él, suspiro cansado, quería huir pero sus sentimientos no se lo permitieron, las luces se encendieron.

–  ¿Dónde estabas? ¿Qué fue lo que paso en tu habitación? ¿estas bien? – las preguntas le llovieron, noto la preocupación en su voz, el castaño pensó lo más rápido que podía, no podía decir lo que realmente estaba pasando.

–  Estoy bien, yo solo salí a caminar y se me fue la hora, lo de mi habitación fue un accidente, tú sabes, experimentos – ese fue el peor error de Tony, al decir aquello, el rostro de Steve se deformo, miro de forma muy molesta al castaño.

–  ¡PERO QUE TE PASA STARK! ¡ESTAS DEMENTE, CON TUS ESTÚPIDOS EXPERIMENTOS, ¡ESTAS PONIENDO EN PELIGRO LA SEGURIDAD DEL EQUIPO! ¡Alguien puede salir herido por tu culpa, acordamos que no realizarías experimentos peligrosos en el complejo, este lugar es para los vengadores, no es tu Torre, Stark cuando vas a entender, solo piensas en ti, no te importa nadie más que tus experimentos y tú, no importa que alguien salga lastimado, siempre y cuando obtengas lo que deseas! – y tantas más palabras hirientes salieron como acido de la boca del capitán.

El corazón de Tony dolió, sentía como si le estrujaran el corazón, pero no dijo nada, solo que esta ocasión fue diferente a las demás, Tony acostumbraba a callar o responder con sarcasmo cuando lo lastimaban, solo que esta vez no. Tony pudo sentir a su lobo arañar fuertemente su interior, el coraje ebullir dentro de él, sus manos se volvieron puños y su vista se comenzó a nublar, unas intensas ganas de saltar encima de Steve lo inundaron y no de la manera sexual, quería arrancarle la cabeza, sacarle los intestinos y bañarse en su sangre, quería dañarlo con todas sus fuerzas, morder su cuello y arrancarle su piel con sus dientes, quería callarlo, sus colmillos comenzaron a salir y mientras Steve seguía en su Discurso de los egoísta que era Tony, la mente del castaño se llenaba de incontables formas de matar al rubio.

Los gritos del soldado, como tal despertaron a los demás, el primero en meterse fue Visión, que amablemente le pidió al capitán que callara, pero Steve no escucho y Tony sentía cada vez mas fuertes las ganas de saltar al cuello del rubio, retrocedió tocando la pared, respiro profundo asustado por los terribles pensamientos que tenía, y tuvo miedo, miedo de si mismo. Steve callo al ver la reacción del castaño, pensando que se sentía mal y cayo en cuenta en sus palabras, la culpa lo invadió y trato de acercarse.

–  Tony, yo... – cuando trato de acercarse, Visión noto la reacción de su creador y por un segundo pudo ver sus pensamientos, actuó rápido deteniendo al Capitán, un grito resonó en todo el complejo, todos voltearon a ver a Wanda, quien miraba aterrada al castaño, había visto su mente, por solo segundos había visto las atrocidades de su mente.

Tony solo por segundos descuido la protección de su mente, bajo las barreras y permitió que entraran, enfoco con sus ojos rojos con toques negros a la bruja, quien lo veía aterrada, le sonrió con sus filosos colmillos que sobresalían y Wanda se desmayó, el castaño sacudió la cabeza tratando de controlarse.