N/A: Jsjsjsjs Im Terese
Lentamente abría sus ojos mientras que indeciso quería ignorar la situación, ya hacia minutos que se encontraba despierto pero las caricias que sentía por su cabello adormecían sus sentidos de una manera placentera, los volvía locos intentando impregnarse en el ambiente, el olor lo mareaba pero lejos de incomodar lo quería impregnarse en el, como un bebé conociendo un mundo nuevo.
Sus cuerpo entero comenzaban enfurecerse, ya aquella debilidad era cosa del pasado, en esos momentos era un alivio, ignoraba su situación, pero comenzaba a notar algo extraño, aquellas manos levemente paraban sus movimientos los cuales estos últimos ya estaban entorpecidos, solo mantenían un ritmo lento que poco a poco descendía y sin pensarlo paraba.
Escondido en su pecho sofoco las intensiones de levantar su rostro, la pequeña habitación encerraba el calor y un dulce aroma lo motivaba a seguir, no quería romper el momento, pero su enorme curiosidad le gano.
Comenzó a notar como aquel pecho se elevaba irregular, las manos que lo apretaban perdía su fuerza y aquella voz que le hablaba era suprimida con suspiros forzados, elevó su mirada y quedó cautivado, el rubí más hermoso se apelaba en su rostro indigno de la armonía, una respiración elevaba los colores de sus mejillas entorpeciendo más aquel ritmo que a poco se encontraba desecho.
El impacto fue suficiente, no tuvo impedimentos que lograra desechar aquel abrazo, Benimaru dejaba caer su cuerpo en el piso de madera, contrastaba con su temperatura pero al igual que su cordura perdía la eficacia, sus ropas poco a poco descendían por sus hombros esperando ser paciente a la voluntad de su amo, necesitado seguía su caminar indeciso de poder hablar, sentía vergüenza y desespero pero su conciencia le jugaba mal
Solo sonrió cuando entendió completamente sus acciones, sostenía su pecho intentando ocultar lo evidente, un Alfa recesivo que ya no soportaba la agonía, quería suplicar su atención, pero aquel hombre era de lo más cruel.
Rimuru cerró las ventanas y junto a estas las cortinas y puertas, el aroma del cielo alfa era impresionante, incluso el de uno considerado inferior, cualquiera podría sucumbir ante la locura, pero no ese famoso líder.
Retomo el camino continuando su voz, la debilidad de su cuerpo fue momentáneo, ahora la excitación lo dominaba, así que lentamente se acercó a su cuerpo – ¿Te sientes mal? – era la hipocresía personificada, cuando era consciente quien era el culpable- Puedo darte algo para que te sientas mejor ¿Lo quieres? – Era un juego que gustoso comenzaba, era placentero como se esforzaba por mantener una cordura que poco a poco desaparecía.
Ya sobre de el dejo caer sus rodillas a cada costado de su cuerpo, atrapado contra la pared retenia aquel ligero peso que cautiva arrebataba su libertad – Rimuro- sama esto es peligroso… podría la-lastimarlo – Era curioso quien condicionaba la situación, una cordura que dejaba ese cuerpo aún se preocupaba más por otros que por si mismo.
Le era emocionante, no quería negarlo.
La habitación cerrada envolvía más el calor, el sudor de sus cuerpos se mezclaba con sus feromonas que elevaban mas la emoción – Benumaru estoy perfectamente bien – envolvía sus brazos en el cuello ajeno dejando caer sus caderas sobre aquel bulto que intentaba esconderse – Tanto que soy consciente de todo – Acercaba su cuello “Accidentalmente” a su rostro, este rechistaba intentando alejarse pero solo logra impregnarse con ese olor, el sudor que descendía de su cabello aumentaba las feromonas que directamente invadían su cuerpo, el olor dulce se mezclaba con lo salado de su cuerpo.
A pesar del verano el sutil aire que invadía sus cuerpos mezclaba lo sutil de su propia esencia, era fuerte, quería dominarlo y desesperado hacerlo pedir más, que su cordura fuera un juego y la perdiera sin exclamar, pero nunca entendía como algo tan perfecto se consideraba un desecho se la naturaleza, un mezquino error, era dulce y cruel, era oscilante entre el abuso y los premios, el dolor, el placer y la locura, todo en un pequeño cuerpo capaz de todo.
Mordía sus labios dejando que sus dientes dejaran una marca, no podía evitarlo, sabía que no podría dominarlo como quisiera, pero al menos la ilusión lo atormentaba – Vamos, no tienes que hacer eso, no soy débil – sonriente besaba la comisura de esos labios teñidos de un carmín brilloso, la sangre se mezclaba con su saliva y estos se perdían en sus labios, sus ojos se encontraban y notaba como aquellas pupilas escarlatas delataban aquellos días especiales, y solo pudo sucumbir ante el permiso.
Saboreo cada centímetro de su piel, ese pequeño cuerpo que lo mantenía prisionero lejos de alejarse se acercaba más, quería el calor de su esencia y el aroma envolvente. Ambos mezclándose en la intensidad de la habitación.
Confundió sus sentidos inmerso en la codicia, el sabor de su piel, lo caliente de su sangre y sus feromonas invariante alejaban su cordura, ya no habría respeto, ya sería un simple general.
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Bolsillos mas vacíos
FanfictionConocemos un mundo dominado por tres tipos de individuos, Alfas, betas y omegas, tres clases sociales marcadas por una historia llena de eventos desafortunados, pero solidos entre aquellos afines, en las cuales no hay lugar para errores de la natur...