Cuatro

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JingYi le pasó su hijo a SiZhui que de inmediato lo arropó contra su pecho y le dedicaba una miraba embobada. La imagen rompió su corazón, pero el momento se rompió cuando un flash de una cámara lo hizo saltar. Miró a las otras personas en la habitación. Eran Wei WuXian y su esposo, Lan WangJi, persona que resultó que conocía. A ambos. No podía creer que fueran los padres de la persona que había salvado, y que lo había salvado.

Wei WuXian se puso de pie y le sonrió.

—Ve a ducharte. SiZhui cuidará muy bien de a-Yu

No lo dudaba. Sabía que el joven lo haría, lo había demostrado desde el mismo día en que a-Yu nació.

—Gracias —Dijo y limpió sus manos sudadas sobre sus pantalones antes de ponerse de pie y retirarse por el pasillo al baño. Volvió a echar una mirada a SiZhui con su bebé en brazos. Parecía su padre.

Habían pasado cinco días desde que había dado a luz a a-Yu. También desde que resultó que conocía a sus padres. En un principio temió lo peor, pero resultó que terminaron apoyándolo. Sus padres no se habían preocupado en buscarlo, pero su tío abuelo sí. Fue el único que lo retó por no haber acudido a él. JingYi le mintió. Le dijo que había sido porque estaba enfermo y delicado y él no quería sumarle un problema, pero la verdad es que había sido porque no esperaba su ayuda.

Suspiró cuando entró a la ducha. Abrió el grifo y mientras esperaba que se pusiera a temperatura se desvistió. Cuando estuvo debajo de la lluvia se apoyó contra la pared y dejó que el agua caliente se deslizara por su cuerpo. Era muy relajante. Un momento de paz.

De repente, JingYi trastabilló.

—Mierda —murmuró.

Se estaba durmiendo ¿Cómo era posible que estuviera tan cansado? Sacudió la cabeza y miró hacia arriba, dejando que la lluvia cayera sobre su rostro. Se concentró en mantener la mente activa y sonrió. Recordó la primera vez en que SiZhui insistió en cambiarle el pañal a a-Yu. Pensó que sería torpe, como él cuando tiró de la cinta y la rompió, pero fue lo opuesto. SiZhui tenía una delicadeza y paciencia única, y su bebé se había quedado quieto esperando. JingYi había hecho un mohín ya que a él le había tomado cuatro intentos poder hacerlo bien.

También recordó aquellos momentos cuando por alguna razón a-Yu, después de beber de su pecho, seguía llorando sin consuelo alguno, SiZhui apareció alarmado, arrebatándoselo de las manos para que, segundos más tarde, a-Yu durmiera pacíficamente.

SiZhui no era quien debía de estar apoyándolo de esa manera. Sacudió la cabeza y tomó la barra se jabón, dejando que el agua se llevara sus lágrimas. Tenía que recuperarse. SiZhui se iría en cualquier momento y él no podía depender de otros mucho tiempo. Debía seguir el plan original: niñera, encontrar un empleo y establecer su vida.

Al terminar su baño se secó y vistió. Cuando salió, se encontró con a-Yu durmiendo en brazos de SiZhui. No pudo evitar estar hipnotizado por la vista. Nadie en la sala había reparado en su presencia, así que admiró la escena un poco más hasta que su pecho dolió y llamó su atención.

—Llevaré a a-Yu a su cuna —dijo, pero cuando terminó, SiZhui estaba de pie y haciéndolo él mismo. Iba a seguirlo cuando Wei WuXian lo tomó del brazo.

—Deja que lo haga él. Te ves cansando, lo que es normal. Ven, siéntate. Lan Zhan ya terminó la cena, ven a comer un poco —anunció, arrastrándolo.

Él no estaba reprochando que no le dejaran hacer nada sino que estaban negándole ver cómo SiZhui miraba a su bebé cuando lo depositara en su cuna. 



*** 



SiZhui vio como JingYi se retiraba a dormir. Se quedó sentado, consiente de la mirada atenta de sus padres.

—Ya, dejen de mirarme así —Los enfrentó.

—Yuan —empezó WangJi. No fue un regaño. No era nada. SiZhui solo vio una sonrisa en su rostro.

SiZhui miró otra vez por donde JingYi había desaparecido cuando su otro padre habló.

—¿Hasta cuándo estás de vacaciones?

—No lo sé. No lo estaba. Pero pedí días.

—No quieres regresar. —No era una pregunta pero SiZhui la respondió como si lo fuera.

—No, no quiero —se tragó las siguientes palabras antes de decirlas—: Sólo quiero estar con mi bebé, justo en la misma habitación donde acaba de desaparecer JingYi. —Su bebé, pensó. Lo era.

Se obligó a mirar a sus padres. Se encontró con Wei Ying ladeando la cabeza, mirándolo significativamente.

—Te gusta.

SiZhui desvió la mirada al televisor.

—Apenas lo conozco —dijo—. Pero sí, me gusta.

—Miras a a-Yu como Lan Zhan te mira a ti. Y acabas de decir que es tu bebé.

Encuentro accidentado [ZhuiYi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora