¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
CAPÍTULO DIEZ: ¡More than this!
"¡130! ¡Ravenclaw nos aplastó por 130 puntos!" exclamaba James casi a gritos, mientras Sirius, Peter, Remus y Lois lo seguían de regreso con toda la multitud al castillo. Era el último partido antes de las vacaciones de navidad y era con dos de los mejores equipos del castillo así que fue emocionante, al menos hasta que la casa de las aves venció (por no decir humilló) a Gryffindor al último minuto con jugadas impresionantes. "¡Esta es la más grande humillación en la historia de nuestra casa!"
"Tu serás la más grande humillación en la historia de nuestra casa si no te callas de una vez" murmuró Lois con su ceño fruncido y las mejillas rojas, pues todos los miraban y reían de la escena del chico de cabello alborotado. Muerta de la vergüenza, lo tomó por la chaqueta y lo arrastró, siendo seguida por las risas de los otros tres y los lloriqueos de James.
Peter poco a poco había empezado a aparecer más seguido con ellos. Aveces lo encontraban en el desayuno y terminaban sentándose con el, compartían asiento en las clases o si lo veían en aprietos con alguna tarea lo ayudaban pacientemente. Era un chico amigable y tímido que intentaba encajar igual que Lois lo había intentando en algún momento.
Lastimosamente, la entrada de quien parecía ser un nuevo amigo se vio opacada por una sombra negra. Y sinceramente se sentía mal de pensar así, pero es que le era más que inexplicable como es que Peter Pettigrew, el compañero solitario y extraño de dormitorio de sus amigos, se había hecho cercano a ellos de una manera demasiado fácil, y más específicamente (y por eso se avergonzaba tanto) de Sirius Black.
No estaba celosa, después de todo ella y Sirius se detestaban, nada más se soportaban por que compartían los mismos amigos, pero no podía evitar pensar en cómo Peter se lo había ganado tan rápido. Y una tarde, mientras Peter los acompañaba a una improvisada guerra de nieve donde ella ganó y Sirius le puso una mala cara antes de rebajar su victoria (como siempre) que se dio cuenta que Peter no tuvo que ganarse a Sirius; lo trataba diferente, era cordial con él incluso si aveces Peter era demasiado complaciente, pero con ella, nisiquiera lo intentaba, era tajante, grosero, cortante, y despectivo, y cuando de pura casualidad en el desayuno del día siguiente salió el tema del estatus de sangre, se dio cuenta de por que era así y fue como si le cayera encima un balde agua fría.
Lois no tenía idea de como no se había dado cuenta del tremendo problema que representaban ella y su sangre. Creyó que era por que a principios de año, su pensamientos y su alma estaba en otros lugares; su mente trataba de aprender siquiera un poco sobre magia mientras su alma se encontraba Easigton. En aquellos momentos, la vida era demasiado abrumadora para sumarle un problema más.
Pero ahora su vida era reconfortante. Tenía dos buenos amigos que la apoyaban, corrompían y asesoraban; gracias a las clases de recuperación le estaba llendo mejor que nunca en su clases, Evans la había dejado de molestar, Peter parecía ser un buen chico y su madre le había prometido una cama caliente esperando por ella en su hogar por navidad. Nada podía ir mejor, estaba feliz y cómoda cuando se vio expuesta a la perspectiva general del castillo y al gran problema que lo aquejaba.
