Vuelve a ser mía..🍂Parte II De "Me he vuelto a enamorar..Pero ¿Por qué de tí?🍂

Peligro inminente

Los días pasaron como una feroz ventisca. Los problemas en Berk parecían avivarse conforme más ataques eran reportados por parte de los aliados, eso y además de que la
Isla misma presentaba un terrible problema de sobrepoblación.

La flota Berserker mantenía una ardua guerra naval con varios navíos de cazadores, quienes habían raptado a muchos especímenes de dragones. Sin embargo, el líder Berserker, Dagur, no había podido liberar a todos ellos. Él había logrado, en compañía de Mala, obtener valiosa información respecto al paradero de los dragones desafortunados que no tuvieron la oportunidad de vivir.

Sin embargo, en la isla de Berk, los ánimos estaban en su mejor punto y no especialmente en uno alegre, no, toda la isla se estaba preparando para oficiar el matrimonio de Dagur Berserker y Kiria Grimmelson. La razón por la cuál la unión se haría en Berk y no en la isla Berserker fue que está había sido brutalmente atacada por la nueva "orden" de cazadores.
De esta manera, Hiccup Haddock, líder de Berk, acepto que su viejo amigo realizará su boda en su hogar...pero, el mundo de Hiccup se había caído en pedazos al ver que la mujer que amaba y que creía muerta en el fondo del océano, estaba con vida.

Kiria no había tenido ningún recuerdo de su vida en Berk, de su padre y sus horribles intenciones a con ellos...y tampoco tenía recuerdo alguno del sentimiento de amor tan fuerte que aún vivía preso en su corazón. Un sentimiento inspirado para el líder de Berk, para Hiccup.

Fue una bendición de los dioses cuando Kiria logró recuperar la memoria. Pero, aún tenía su matrimonio con el líder de los Berserker, un matrimonio que había aceptado por pagar su deuda con ellos, tras haberla salvado de la muerte.

Kiria y Hiccup habían aceptado revivir su romance a escondidas de todos, sobre todo de dos personas: Heather, la hermana de Dagur quién había llegado a Berk antes que su hermano para preparar todo para el gran día y de Bocón, el padre que Kiria nunca tuvo...

Las presiones y temores crecían en Kiria conforme su día "especial" se acercaba con rapidez. No obstante, tanto y ella no están enterados que la perdición del mundo cuál como lo conocían...se haya en Berk: Garia Grimmelson.

Kiria Grimmelson.

—

Kiria.

—Kiria.

— ¡Kiria! —  La voz raposa y estresante de Brutilda fue un gran golpe que logró sacarme de mis pensamientos — Vaya, mujer, espero que hayas prestado atención ¡Te estamos mostrando las telas de tu vestido de novia! —

— Ella tiene razón, Kiria — me había percatado que Heather y yo estábamos en el gran salón, junto a los gemelos que se habían encargado de traer las mejores telas, no para un nuevo estandarte, no, para mi vestido de bodas.

Boda, esa palabra nunca me había parecido una tortura...claro, hasta hoy.

— ¿Me dirás qué sucede? — Heather me sujetó de los hombros y me sonrió. — ¿A caso no tengo tu confianza? —

Claro que la tienes...¿Pero cómo puedo decirte que no amo a tu hermano y que encontré a la persona con la que si quiero casarme? Pensé en una oportunidad para mostrar una falsa temple de tranquilidad. Tomé sus manos y después las coloqué en una de las pieles. — Estoy bien, es solo que...el tiempo parece ir tan rápido y además...estoy pensando en...en

— Dejame adivinar — Ella extendió una de las telas más delgadas y la acomodo en mis hombros para ver cómo se miraría puesta. — ¿Estás nerviosa por Dagur? ¿Te preocupa que algo le pase o que no regrese a tiempo?