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-Isabella.

-No mama mi nombre no es Isabella es Liah .

-Cállate, inútil – la palma de su mano golpeo mi cachete fuertemente.

- Eres fea, estúpida, inútil,  eres asquerosa, nunca haces nada bien Liah.

Cada palabra que salió de su boca me lastimaron. como la odio.

Subí las escaleras cerré mis puños con fuerza, mi ira me esta consumiendo, mi pecho sube y baja con desesperación.

-La odio, la odio – repetí en voz baja.

-Ahh- grite mi puño cerrado golpeo la pared.

Y me calme.

Me tire en la cama, hace frio esta de lluvia es época de lluvia, amo la lluvia es como mi lugar, hay me olvido de mis problemas.

Pongo música para tratar de dormir.

Joder, no puedo dormir – hable sola.

Eran las dos de la madrugada, la noche esta linda.

Cogí mi sudadera negra con capucha me la coloque e igual a unos pantalones holgado.

Busque mi celular y mis audífonos, los coloque en los bolsillos de mi sudadera.

Abrí la puerta de mi habitación mire si mama esta dormida. Y si lo esta.

Baje las escaleras me iré por la puerta trasera. Que se supone que haga sola a las dos de las madrugada, solo quería salir de mi casa, mi casa es una completa tortura para mi.

Sali a caminar, estaba hay sola en la calle sin ningún miedo alguno miedo lo único que puede pasar el morir y eso quiero.

Estoy tan cansada. Tengo dolor de cabeza, será por que no eh alimentado estos días, debería comer. Vi una pequeña tienda iré a comprar unas pastillas para el dolor.

Camine hacia la puerta, casi no puedo empujarla pero cogí mi fuerza y la pude abrir.

-Tienes pastillas para el dolor- le dije al chico de la tienda.

-Si, aquí están.

el chico me paso un frasco de pastilla.

-Me puede dar una botella de agua, por favor- hable.

-Si claro- me dijo entregándome la botella de agua.

Le di el billete.

El chico me hico una sonrisa muy linda y amable.

Me tome las pastilla al salir de la tienda.

Tres me tome. Solo quiero quitarme este dolor.

Mire mi celular eran las tres  de la madrugada, encendí mi celular puse música y camine hacia mi casa tengo que caminar quince minutos para llegar.

Cerca de mi vi unos chicos allí fumando marihuana, camine ignorándolo.

-Hey – me dijo unos de los chicos.

-Quieres- me hablo señalándome un cigarro de marihuana.

-No, gracias.

-Ven linda solo es marihuna no es la gran cosa.

El hombre aparentaba mas grande que yo era muy delgado con unas ojeras horrible tenia el pelo teñido de azul y ojos verdes.

-Te dije que no quiero. 

Me fui rápido de ahí antes de esos chicos me hicieran algo.

Llegue a mi casa entre por la puerta trasera, subí las escaleras en silencio no quiero despertar a mi madre.

-Entre a mi habitación, me quite la sudadera y me quede en brasier me retire mis pantalones holgados.

 Camine hacia el espejo me mire al espejo toque mi abdomen. Mi madre tiene razón

Soy un asco, estoy gorda, fea y una inútil.

Me golpee mi abdomen, lo aruñe, ¿por que soy gorda?

Solo quiero ser delgada. 

Isabella D.

La Historia De LiahDonde viven las historias. Descúbrelo ahora