❝Jeon Jungkook es el hombre millonario del pueblo. Exigente, Caprichoso y sobretodo Arrogante, son palabras para describirlo. Quien diría que aquel hombre se enamoraría de un simple fotógrafo...❞
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↬ᴀᴅᴀᴘᴛᴀᴄɪᴏɴ: ᴋᴏᴏᴋᴍɪɴ
↬ᴇsᴛᴀᴅᴏ:...
Los niños definitivamente no son fáciles de cuidar, y son asquerosos, al menos eso cree JiMin al ver como los nietos de la señora Jun, la dueña de la florería que estaba a una cuadra de su estudio, están manchados de las mejillas y las manos con la paleta helada de leche y trozos de galletas, y encima, se han encargado de mancharlo a él cuando está utilizando su camisa manga larga blanca cuando han comenzado a jugar a las atrapadas por el estudio.
─ Lamento esto Park JiMin Puedes darme la camisa y la lavaré por ti. ─Dice la madre de ambos niños.
Habían llegado para sacar una foto familiar y terminó en un desastre. A JiMin ni siquiera le agradaban los niños, eran demasiado ruidosos y molestos, los únicos que lograban agradarle eran los hijos de HoSeok y eso porque eran tranquilos a su alrededor.
─ No pasa nada, no se preocupe. ─Fuerza una sonrisa de labios y intenta limpiarla un poco con un pañuelo que le ofrece la mujer de mayor edad.
─ ¡Niños, pidan disculpas al joven Park! ─Les gritó tan fuerte que los oídos de JiMin dolieron.
Ambos niños se pusieron frente a él e hicieron una reverencia.
─ Lo sentimos señor Park JiMin. ─Dijeron al unisono.
JiMin intentó calmar las ligeras nauseas que sintió al ver las manos de los infantes completamente manchadas y seguramente pegajosas a causa de las paletas heladas.
─ No pasa nada. Sólo laven sus manos al llegar a casa.
Los niños asintieron y fueron hacia su madre para tomarla de la mano. La mujer sólo les sonrió un poco a ambos. Ser mamá debía ser muy difícil, sobretodo cuando tenías que tocar las manos mugrientas de tus hijos para que no se sientan mal.
─ Estaré esperando las fotos joven Park. ─Se dirigió amable hacia él.─ Ten un buen día.
─ Igualmente señora Jun. ─Hizo un ademán de despedida hacia ella y los niños.
Su sonrisa falsa disminuyó notablemente hasta no quedar rastro de ella.
─ Casi no me gusta tu actitud falsa. ─JiHyo entró al estudio con sus dos hijos por detrás.
─ No puedo evitarlo. No me gustan los niños.
─ ¡Tío Mimi! ─Reclamó el pequeño Sujin, el mayor de los niños.
─ Excepto ustedes, claro. ─Los señala, y después mira a JiHyo para negar dando a la vista su mentira.─ ¿Qué te trae por aquí?
─ Iré a visitar a mi madre para prepararle el almuerzo de toda la semana, se ha dislocado el tobillo y bueno... ¿Crees que puedas cuidar a los niños unas cuantas horas?
─ ¿Qué hay de HoSeok?
─ Está practicando para su competencia de peluqueros, y tener a Donwoo en un sitio con tijeras o navajas de afeitar no es precisamente una buena idea.
─ Supongo que puedo cuidarlos unas horas. Pero solo unas horas.
─ Gracias JiMin Oppa, juro regresar lo mas pronto que pueda. ─Ella le da un rápido beso en la mejilla y mira a sus hijos. ─Ahora obedezcan a su tío Mimi o recibirán un buen castigo si me entero que se portaron mal.
─ Sí mamá. ─Ambos dicen al mismo tiempo.
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