Arrogante| Kookmin

𝙾 𝙲 𝙷 𝙾

Jungkook se había dado cuenta de dos cosas. Uno: Estaba perdidamente enamorado de Park JiMin Entre más lo pensaba siempre llegaba a la misma conclusión, su vida, su mundo, ahora giraba alrededor de ese fotógrafo con bellos ojos cafés y el sonrojo más hermoso del mundo. No pasaba ni un segundo del día en el que no pensara en él, incluso cuando tenía que viajar para revisar algunos negocios que tenía fuera del pueblo, era una maldita tortura estar lejos de JiMin, ya no por una semana, maldita sea, lo extrañaba al día uno en el que se iba de viaje. Definitivamente estaba muy colado por ese hombre.

Y la segunda cosa que había aprendido, es que JiMin tenía un gran apetito sexual. De verdad. Jamás había tenido a una pareja que tuviera el mismo aguante que él en la cama, pero al final, JiMin siempre tenía que dar a relucir lo perfecto que era.

Cómo en ese momento, en el que tuvo que recargarse sobre la cabecera de su cama y mirar con una de sus comisuras arriba como JiMin tomaba su pene y lo alineaba con su entrada. Bajando lentamente hasta que estuvo completamente sentado sobre él.

Esa era la quinta vez que lo hacían en el día.

Estaba cansado, obviamente, Jungkook recién había llegado de un viaje de negocios en Seúl, pero tan pronto llegó esa mañana, JiMin lo recibió en su casa vestido con su camisa, y lo más importante, sin pantalones, era obvio que Jungkook no se iba a resistir a tal tentación.

─ Es la una de la tarde. ─Dice, tomando las caderas estrechas de JiMin para ayudarlo con los movimientos sobre su pene.

JiMin estaba completamente marcado por él, con esas lindas manchas violeta en el cuello, pecho y muslos, con su cabello negro despeinado completamente, sus labios hinchados por tantos besos, mordidas y succione, oh y sus mejillas, tenían el sonrojo más hermoso que Jungkook había visto en alguien.

─ Se supone que tengo que estar trabajando, lo sé. ─Dice con un poco de dificultad, concentrado en embestirse así mismo, usando a Jungkook como un simple consolador.

No era como si a Jungkook le molestara, algunas veces le gustaba ser el juguete sexual de la. Sin embargo, la mayoría del tiempo, ambos tenían de ese sexo desenfrenado que decía a gritos los deseosos que estaban del otro, lo mucho que querían demostrar su cariño a base del sexo.

─ ¿Dormiste aquí toda la semana que estuve fuera? ─Alza una ceja. Pasa sus manos por la estrechas caderas y la pequeña y definida cintura de JiMin. ─ Apuesto a que lo hiciste. ¿Me extrañaste?

JiMin asiente algo ido cuando Jungkook comienza a mover su  cadera, a embestirlo al compás de sus saltos, haciendo que sea más profundo y fuerte.

─ ¿Cuánto me extrañaste? ─Abraza por la cintura a JiMin, recostando sobre su pecho, comenzando a embestir con rapidez.

─ M-mucho... Ah... Oh, dios... ─Cierra sus ojos con fuerza.

JiMin también había extrañado a Jungkook, más de lo que debería.
Por eso decidió dormir en su casa, debido a que las últimas dos semanas los dos habían estado follando en todos lados de la gran casa de Jungkook, algunos sirvientes los habían visto, Jungkook decidió que era mejor darles vacaciones a todos ellos. JiMin pensó que la desición de Jungkook había sido a causa de que no quería que ellos hablaran sobre el tema o algo así, pero no, la cosa era que el hombre que se encargaba de follarlo con fuerza, era un celoso y posesivo de lo peor, queriendo ocultar de todos los gemidos, el rostro de JiMin después de haber sido bien follado, quería que JiMin paseara libremente por su casa con sus camisas y las piernas descubiertas y ser el único que lo viera.

También había descubierto que Jungkook tenía una cierta fijación en que JiMin usara su ropa, no sabía por qué, pero cuando JiMin se ponía las camisas de Jungkook, esas que le llegaban a la mitad del muslo apenas cubriendo adecuadamente su trasero, ya tenía al hombre sobre él tocando todo lo que podía y quería
Los dos llegaron al climax juntos. Y después, solo se quedaron ahí. JiMin recostado sobre su pecho y él abrazándolo por la cintura.