Historias de un Par de Enamorados

La puerta - Parte Bonus de "El Cocido"

Disclaimer: 

1. Esta es la continuación de el cocido, si no leíste esa parte, ve a leerla y luego regresa a esta, ¡gracias!

2. Reproduzcan la canción cuando tenga que ser para darle profundidad a la historia. 

------------------

*3 días despues*

Los planes a veces no salen como uno lo espera. Al inicio de esta aventura, tuve a Aro a mi costado con la promesa que saldríamos juntos de esta, y no fue así.

Yo tampoco salí vivo de ahí, bueno... al menos no como Alejandro Bravo.

Logramos sacar el oro, a pesar de todos los contratiempos, logramos salir de ahí con el oro sin que nadie más que el gobierno lo sepa. Para todo el país, estamos muertos. Alejandro Bravo, Rubén Doblas, Samuel de Luque, Silvia Muñoz, Guillermo Díaz, Cristina Urbi, David Romero, todos ellos ya no existen. Sin embargo, realmente seguimos vivos, o al menos la mayor parte de nosotros.

Desde ese día, desde que vi a la persona que mas ame en toda mi vida, morir frente a mis ojos, no soy el mismo. A lo mejor, Alejandro Bravo murió el mismo día que Aroia García.

*Flashback*

AROIA POR FAVOR – grito desde el pequeño agujero que consegui hacer mientras veo como ella esta ahí, sentada apuntando con su arma con lagrimas en los ojos y mechones de su cabello rubio pegados a su frente.

Lo siguiente que veo es como ella empieza a disparar intentando protegerse de ellos. De los que dicen ser el bando correcto que van con sus armas contra ella. No despego la vista de lo que esta ocurriendo mientras sigo gritando por el agujero para que Aroia se intente mover y salir de ahí, pero es inutil

"Alex, no estes triste, hoy acaba algo, pero es el primer dia de tu siguiente vida"

La frase resuena en mi cabeza, escucho a lo lejos gritos de los demas con la misma intencion: hacer que Aroia salga de ahí. Ella siempre me dijo y me lo dejo claro.

"No soy de llegar a la cárcel, soy más bien de escapar, y si mi cuerpo no puede hacerlo, al menos que escape mi alma"

Siento como mis ojos se llenan de lagrimas, mi cuerpo se tensa y solo atino a quedarme mirando por el agujero congelado en donde estoy parado, no se cuantos disparos ha habido hasta que escucho un quejido de Aroia por debajo de los disparos, que me saca del trance, este es el final de esta historia.

Observo mentras caen lagrimas de mis ojos como mi persona favorita, esa persona que me hizo creer en las almas gemelas, la persona que mas ame en toda mi vida es acribillada por soldados de la milicia.

De un momento para el otro dejo de ver a Aroia y aparecen los soldados, intento escuchar algo acercandome mas al agujero controlando mi respiracion y mis lagrimas.

Una risa, esa risa que escuchaba cada mañana al despertar. Una risa es todo lo que escucho seguido por un estruendo.

La onda expansiva me empuja hacia el suelo, ensordecido por el sonido, sonrio y miro hacia arriba.

Nos vemos en la siguiente vida Aroyitta – digo por lo bajo cerrando los ojos

-Horas despues-

Me despierto confundido en el suelo helado lleno de polvo y piedras del agujero que hice. Automaticamente me levanto, agarro mi arma y me dirijo hacia el piso de arriba.