✨🗝️ Lágrimas De Un Lord 🗝️✨

🗝️✨ 12 🗝️✨

Sesshomaru había regresado a sus deberes, después de haber pasado toda la mañana con Aome, pero algo dentro de el seguía intranquilo como si supiera que algo pasaría en poco tiempo, suspiro cansado.

- Maldición - susurró.

El Lord se levantó de su asiento y miró a los jardines donde vio a su madre platicando muy sonriente con el Lord del Este, su puerta fue abierta, pero Sesshomaru jamás volteó.

- Mi señor, hemos recibido noticias de Naraku - mencionó.

- Habla - ordenó.

- Mi señor, Naraku planea ir a guerra sino le damos lo que pide osea su prometida - dijo nervioso.

- Así que ese estúpido piensa que le daré a mi prometida por miedo - mencionó.

El mensajero miró a el Lord y en ves de su rostro sereno y frío había una mirada terrorífica y una sonrisa siniestra que resaltaba esos enorme colmillos afilados, también esos bellos ojos ámbar pasaron a ser rojos carmín.

- Jaken - nombró - Prepara todo si ese maldito quiere ir a guerra, guerra obtendrá -

- Si mi señor - dijo saliendo.

- ¿Cuánto tiempo pretendías ocultar me Sesshomaru? -

- Silencio Yakō - respondió - Obtendrás lo que quieres, pero antes de eso....debemos dejar todo listo -

- ¿Piensas morir en batalla? -

- Hay cosas que debo proteger - respondió serio - Tú quieres sangre, pero yo quiero protegerla -

- Así que por fin esa mujer ganó tú corazón jejejeje irónico porque recuerdo a un jóven Sesshomaru que con la mínima traición de su prometida la mató a sangre fría -

- Ellas es diferente y lo sabes bien - dijo molestó - Te lo advierto Yakō si las vuelves a comparar jamás te volveré a sacar porque Aome es incomparable -

Yakō solo sonreía desapareciendo y Sesshomaru solo miraba el hermoso atardecer que había.
Pero lejos del imperio del Oeste en las oscuras montañas Naraku molestó destruía todo lo cercano a el, pues Sesshomaru seguía negándose a entregarle a la joven de azabache cabellos.

- Maldito infeliz - gritaba molestó.

- Mi señor - llamó - El Lord Sesshomaru prepará todo para la guerra -

- Ese bastardo infeliz - dijo.

Naraku salía de la sala del trono para dirigirse a su habitación y desquitarse con todo lo que se le atravesará.
En el salón Kanna suspiraba al tener que ver a su rey de esa manera.

- ¿Kanna? - preguntó.

Kanna volteó de la sorpresa encontrándose con el príncipe heredero a la corona.

- ¡Oh príncipe Hakudoshi! - exclamó con sorpresa - ¿Desea algo? -

- ¿Dónde se encuentra mi padre? - preguntó.

- Oh su padre por ahora no se encuentra disponible en este momento - respondió.

- Por esa mujer, ¿Verdad? - dijo.

Kanna solo asintió y Hakudoshi solo suspiró.

- Entiendo solo dile que lo estoy buscando - dijo retirándose.

- Bien -

Byakuya quien se encontraba cerca encontró a su prometida hablando con el príncipe esto lo hizo molestar un poco.

- ¿Te gusta? - preguntó.

Kanna nuevamente volteó y vio a su prometido.

- Claro que no es el príncipe, además porque abría aceptado tu propuesta de matrimonio si me gusta alguien más - respondió sonriendo.

- Sabes que odio verte con alguien más - dijo.

- Lo sé, pero debes esperar un poco más - dijo dándole un tierno beso - Además el príncipe estara comprometido pronto y solo tiene seis años -

- Aún así es un hombre - dijo.

- Vámonos Byakuya debemos preparar todo por si el rey quiere ir a guerra - mencionó con una sonrisa.

Byakuya asintió y junto a Kanna se fueron.
En el reino del Oeste Aome estaba feliz porque ya solo faltaban semanas para su bella boda con Sesshomaru.

- Vamos Aome no debes de saltar tanto - regañó Sango.

- Vamos Sango diviértete un poco - dijo sonriendo.

Pero la felicidad paro cuando la puerta fue abierta por Jaken quien llevaba al diseñador del traje de novia.

- Señor Jaken, ¿Qué está haciendo? - preguntó Sango - La toma de medidas se harían la semana que viene -

- No hay tiempo para eso son órdenes de mi amo bonito - respondió.

- ¿Por qué Sesshomaru haría algo como ésto? - preguntó Aome.

- Eso deberás preguntárselo yo solo cumplo con mi deber - respondió.

Aome no dijo nada más y dejo que el diseñador hiciera su trabajo, pero en su pecho tenía un mal presentimiento.