🗝️✨ 06 🗝️✨

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En el despacho de Sesshomaru el posiciona su guzheng en su escritorio y soltado un suspiro comenzó a tocar, Sesshomaru había aprendido a expresarse con la música, ya que era la única manera en la que se sentía tranquilo, pero mas que nada guardaba tanto dolor por lo que su padre le hizo al cambiarlo por su nuevo hijo bastardo pues Inu No Taisho le había enseñado a tocar el guzheng cuando solo tenía cinco años el había puesto todo su empeño para que su padre lo escuchara tocar, pero el día de su cumpleaños número seis cuando iba a dar su primer recital el no estaba, Ino No Taisho no se encontraba junto a él, ese día solo aventó lejos su guzheng que Ino No Taisho le había dado prometiendo se jamás tocarlo, pero hoy era un día diferente no sabía porque o cuál era la razón por la que estaba tocando su guzheng solo quería hacerlo y sacar todo su dolor.
En el recibidor Aome caminaba junto a Sango quien la guiaba a la habitación de su ahora prometido el Lord del Oeste, pero una bella melodía la hizo detenerse porque de nuevo podía sentir todo ese dolor que cargaba aquella canción, Sango al darse cuenta del retraso de Aome paró.

- ¿Sucede algo señorita? - preguntó mirándola.

- Esa melodía - respondió - ¿Quién la toca? -

Sango puso atención a la melodía sorprendiéndose iba a responder a la pregunta de Aome, pero la puerta fue abierta bruscamente saliendo de ahí Lady Irasue quien lucía sorprendida.

- ¡¿Estás escuchado Sango?! - preguntó sonriendo.

- Si Lady Irasue - respondió.

De la habitación salió Miroku maravillado con tan hermosa melodía, pero las puertas que llevaban al jardín fueron abierta bruscamente por Inuyasha.

- ¿Quién está tocando esa maldita cosa? - preguntó molestó.

- Parece ser que el Lord Sesshomaru por fin a vuelto a tocar su guzheng - respondió sonriendo Miroku.

- Ese maldito - dijo entre dientes.

- El parece estar triste - mencionó.

Las miradas de todos fueron para aquella joven azabache que mantenía los ojos cerrados escuchando aquella melodía.

- ¿Qué acabas de decir? - preguntó mirándola.

Aome al darse cuenta de lo que había dicho se culpó.

- Lo siento mucho, no quise ofender a su hijo solo que por la manera en la que toca así se escucha - respondió cabizbaja.

Lady Irasue quedó sorprendida la verdad es que ella había notado que las canciones que su hijo tocaba eran muy tristes, pero nunca pensó que alguien que es muy diferente a él y que no conoce acerca de ellos haya captado su dolor.

- Ja pues yo no creo esa tontería - dijo - Sesshomaru es un tonto frío lento y sanguinario que no le importa hacer sufrir a las personas  -

- Por favor príncipe Inuyasha no diga eso del Lord - advirtió Miroku.

- Como sea -

Inuyasha se iba a retirar, pero hasta ahora se daba cuenta que aquella azabache que estaba junto a Lady Irasue era aquella chiquilla que quiso para una noche de diversión, Inuyasha camino hasta la joven quedando frente a ella mirándola con enojó.

- ¿Tú qué haces aquí? - preguntó molestó.

- Yo... -

- Es la prometida de tu hermano - respondió Irasue.

- ¡¿Qué?! - preguntó sorprendido.

- Lo que oíste Inuyasha, así que por favor no la molestes o de lo contrario no te defenderé más de Sesshomaru - respondió sería.

- Tks, no entiendo como alguien bonita puede estar con un témpano de hielo - se quejo.

Inuyasha estaba molesto por el hecho de que la mujer que el quería poseer no la tendría el, sino Sesshomaru haciendo incrementar su odio.

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