♡Capitulo treinta♡

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Eran casi ya las 8:00 de la noche y YoonGi se encontraba escribiendo el informe en su laptop color gris, con la mirada fija en la pantalla y cómodamente sentado en el escritorio, mientras que el castaño que lo acompañó desde que salieron de la universidad, lo observaba tal cual una obra de arte.

TaeHyung soltó un sonoro suspiro, su hyung es tan lindo y con un perfil tan perfecto que no quería retirar su mirada de él. YoonGi se sentía un poco tenso, hace ya varios minutos se había dado cuenta que el castaño lo miraba fijamente, intentó concentrarse pero... ¿Cómo hacerlo cuando el chico del cual estás enamorado no deja de mirarte?

El mayor decidió huir de la situación como siempre hacía, pero recordó que tenía que escribir el querido - nótese el sarcasmo - informe para presentarlo puntualmente mañana.  Así que lo miró de reojo por última vez y tuvo que proseguir escribiendo para terminar lo más rápido posible, agradecía que todo estaba en su pequeño cuaderno y solo le faltaba pasar por escrito a la laptop.

TaeHyung sonrió ampliamente al ver un leve tono rosado decorar las mejillas del pelinegro. Podía estar ahí horas y horas repasando cada lindo detalle que decoraba las delicadas facciones de su chico.

Así que, con seguridad en sus acciones, decidió estar más cerca de YoonGi, por lo que jaló una silla que estaba en la esquina de la habitación y la acomodó cerca al escritorio en donde el mayor estaba, pero a una distancia prudente para poder observarlo.

Puso ambos brazos en el escritorio y luego recostó parte de su rostro en su mano derecha, contemplando la bella imagen que tenía frente a él.

Estaba adorando aquel momento, en silencio y tranquilidad genuina... Solo ellos dos y nadie más.

Procuró pasar más tiempo así con él, claro que podía notar el nerviosismo de YoonGi, el cómo sus dedos daban suaves golpeteos en la mesa y sus orbes viajaban de un lado a otro. Pero sabía que eso no sería por mucho tiempo, tenía en cuenta que una vez que le pidiera ser su "novio" y que deseaba y rezaba a todos los dioses del Olimpo, no sea rechazado... Quizás y YoonGi ya no actuaría con tanto nerviosismo, no cuando TaeHyung pensaba engreírlo y darle muchos mimos para ver esa adorable sonrisa y lindo rubor en sus mejillas, por presenciar todo de él y en cada tiempo que pudiera tenerlo cerca o en sus brazos.

- TaeHyung. - murmuró por lo bajo llamando la atención del nombrado, quien miraba ahora aquellos finos labios que algún día esperaba sentir.

Murmuró algo no tan coherente pero que para YoonGi fue como un atisbo sonido de afirmación.

- ¿N-no - suspiró tratando de guardar calma, aquella mirada lo ponía ansioso - tienes tareas para mañana?

- Ciertamente no. - sonrió simplemente.

- ¿En serio? Vaya que tienes suerte. - alegó el mayor.

- Solo nos dejaron un par de hojas en Física General, pero lo fui completando en el receso de cada cambio de hora.

YoonGi asintió a cada palabra del castaño e hizo una nota mental de hacer eso también cada que pudiera.

- Por lo que - alargó la vocal. - tengo todo el tiempo libre de esta noche. - TaeHyung tocó su labio inferior pensando si lo siguiente que diría sería prudente. Era una cuestión de arriesgarse,  ganar o perder. - YoonGi-hyung. - el mencionado lo miró. - ¿Puedo dormir contigo? - cuestionó dulcemente, tratando de poner  en práctica alguna estrategia tierna para ablandar el corazón del pelinegro.

YoonGi lo miró con un toque de sorpresa palpable, se repetía mentalmente que no tenía que alterarse o ponerse nervioso ante dicha pregunta o, al menos no hacerlo tan notorio.

- ¿Por favor? - insistió ante la mirada dudosa de YoonGi. - Hace unos minutos llamé a mi mamá para que no se preocupara - sonrío burlón. -, sabe que estoy aquí. Además como vivimos cerca puedo irme temprano a casa y alistarme.

- Y-yo, ah... esa es una buena idea, TaeHyung, pero tendría que avisarle a ma-

- ¿La señora Min? - volvió a esbozar una sonrisa cuadrada. - Ya se lo dije. - afirmó.

Bien, eso no lo esperaba YoonGi. ¿En qué momento lo hizo? Ambos cenaron con ella y no tocaron ese tema al respecto. - Y me dijo que no había problema, que debía consultarte a ti.

- ¿Eso dijo? ¿Pero en qué momento? - bien, estaba confundido de cierta manera.

- Ah, fue luego de cenar, cuando subiste apresuradamente a terminar el informe. Me quedé a lavar los trastes en la cocina con ella. ¿Recuerdas?

Bien, eso le daba sentido a todo.

- Entonces no veo el problema. - aseguró haciendo sonreír en grande a TaeHyung.

Aunque no sabía cómo resultará todo eso, había pasado un largo tiempo desde la última vez que habían dormido juntos.

- Gracias Yoonie.

TaeHyung se levantó y rodeó con delicadeza el delgado cuello del pelinegro, acariciando su mejilla con la contraria, ocasionando un calorcito cómodo y tierno en el ambiente.

YoonGi sintió que su corazón se envolvía ante una caricia cálida y muy reconfortante, porque no era solo física sino emocionalmente también. Sonrió por inercia y con una mano acarició las que eran un poco más grandes que estaban reposando en él.

- En mi armario puedes buscar alguna prenda que pueda quedarte, y en el tocador del baño hay útiles de aseo nuevos.

- Gracias. - le dejó un casto beso en la mejilla y se retiró en busca de lo que su hyung le dijo. Con un polo y pantalón holgado entre sus manos se dirigió al baño - Tomaré una ducha.

- Esta bien. - le sonrió para luego concentrarse en terminar aquel dichoso informe.


💐

Luego de dos cansadas horas y que el reloj marcaba las 10:30 de la noche, YoonGi soltó un suspiro cansado al instante de haber concluido su trabajo. Había terminado y por fin podría dormir plácidamente. Era una de sus cosas favoritas.

Se levantó de la silla giratoria y estiró sus entumecidos músculos. Era muy tarde y se agradeció internamente el haberse bañado ni bien llegó a casa. Su mirada viajó hacia aquel chico castaño que estaba arropado entre las gruesas sábanas. Con las facciones relajadas y la respiración lenta.

Su belleza es tan etérea que YoonGi no pudo evitar soltar un suspiro tal cual chico enamorado, tal cual chico ilusionado por ser correspondido, por el chico que hace de sus latidos aún más acelerados.

Se dirigió con pereza al baño con el pijama que usaría esa noche, que solo constaba de un polo blanco con mangas largas y un pantalón polar negro que cubrían hasta las puntas de sus pies. Salió ya cambiado y, con sumo cuidado se recostó en la cama del lado izquierdo, respetando el espacio de TaeHyung y unos cuantos centímetros que los separaba. Se detuvo a mirarlo solo unos segundos más para que luego el conocido ardor en sus ojos pudiera sentirse, haciendo que se acomodara de espaldas y procurara no moverse aunque sea un poco. Sería sumamente penoso para él incomodar a TaeHyung, no quería pasar un mal momento. Sin embargo, todo pensamiento negativo se fue por la borda al sentir al castaño moverse hasta sentirlo muy cerca de él, notar como metía suavemente un brazo por debajo de su cuerpo y el otro rodeaba su pequeña cintura para luego encerrarlo entre sus brazos y tomar las manos del pelinegro entre las suyas.

YoonGi abrió sus ojos con total sorpresa, por nada en este extraño mundo hubiera pensado que algo como eso le sucedería y menos con TaeHyung.

Con el único chico especial, el único nombre que llevaba su corazón.

Trató de controlar su respiración, tomar el tranquilo silencio como una buena oportunidad para dormir, sumado a lo cómodo que se sentía así y con la calidez que TaeHyung le emanaba.

Era tan perfecto de esa forma.

Poco a poco sus párpados se cerraron y lo último que logró escuchar fue: "Descansa Yoonie" y un par de tiernos besos en su mejilla, cuello y cabeza.

Mi Mejor Amigo ♡TaeGi♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora