☹seventeen☹

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☹Luke☹
"Quieres dejar una vez en tu vida esa consola" dije enfadado una vez estados en la habitación. 

"Hey, no te enojes, rubio" 

"No me digas rubio" me levanté del suelo y bajé por comida. Michael seguro no bajaría, se quedaría jugando a su consola. A veces pensaba que tenía un serio problema con esa cosa. 

Entré en la cocina y por un momento me olvidé que era lo que estaba buscando. Hasta que recordé que había bajado por comida. Eran las tres y quince de la tarde y mi estómago rugía. Saqué el cereal y luego la leche. Los volví a combinar en un tazón como la otra vez y tomé una cuchara. Pero en eso sentí como unos brazos envolvían mi cintura y como una cabeza se apoyaba en mi hombro. Sonreí ante ese contacto pero él no me podía ver. 

"Vamos, no te enojes" dijo "Ya dejé la consola"

No respondí, sólo seguía sonriendo.

"Rubio..." y en cuanto dijo eso, me di vuelta quedando a milímetros de su boca, mi adrenalina comenzó a subir. Mis hormonas no se controlaban, y cuando Michael se fue acercando hacia mi, sentimos el ruido de las llaves, haciendo que nos separemos rápido.

my love | mukeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora