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Entre Ópera y amores (Tercer Acto)

Tenia que sacar esta idea de mi cabeza que metafóricamente me estaba atormentando

La verdad aun no se si este piloto salga a la luz, mientras se quedara en este libro

Idea para un futuro fic "Entre Ópera y amores"

Una vez el telón bajo, Utahime corrió hacia los brazos de su amada mejor amiga

Quien la esperaba detrás donde guardaban todo y que daba camino a su camerino

—¡Lo hiciste espectacular!— soltó Shoko envolviendo a Utahime entre sus brazos

Aquella mujer, además de ser la mejor amiga de Utahime y la única que le hacía compañía, era conocida por ser una mujer de la alta sociedad, provenía de una familia que financiaba parte de los espectáculos que hacia la joven cantante y debido a los tratos entre el abuelo de Utahime y el padre de Shoko, un doctor muy reconocido, fue como estas dos se conocieron

Aunque Shoko no disfrutaba de un título en la nobleza, era tratada como tal por su fortuna

Desde jóvenes, Shoko le tomó gran aprecio a Utahime, además que el abuelo de esta le pedía que le sirviera como "dama de compañía" para que su mina de oro no fuera pervertida por algún hombre

Ambas dieron unas leves vueltas, sus vestidos volaban suavemente mientras estaban tomadas de las manos festejando que aquel espectáculo salió muy bien

—¿Tú crees? ¡Shoko querida aun siento mi corazón latir como un tambor y siento mi respiración cortada por la emoción! ... aun no recupero el aliento — dijo Utahime con una sonrisa de satisfacción

—¡¿Escuchas esos aplausos?! ¡Te aman querida mía!— dijo su amiga en una sonrisa mientras quitaba unos mechones de cabello de su rostro

El festejo de esas amigas duró muy poco

Detrás de ellas, un piano sonó estrepitosamente

Aquel ruido hizo que ambas féminas voltearan a ver aquel que plasmaba aquella furiosa melodía sobre aquel instrumento

—¡Bravo mi amada Utahime! Tu canto es tan... bello... supongo...— soltó aquella voz con demasiado rencor

La cantante soltó un suspiro mientras cruzaba los brazos

—Vizconde Naoya...—

Aquel nombrado soltó una arrogante sonrisa mientras sus manos seguían tocando aquel instrumento

Naoya, de la casa real zenin, era de los hijos más jóvenes de aquella familia... su "buena" fama era por su talento en el piano, un maravilloso pianista que encanto a su realeza con su rápida y perfecta melodía

Pero al mismo tiempo, tenía una muy "mala" fama sobre todo con las mujeres... tachado de misógino, arrogante y un abusador... pero cuando tienes poder eso queda enterrado bajo tres metros en la tierra

Virtuoso como él no había otro... sus manos se movían con tan agilidad y velocidad que aquellas notas sonaban rítmicamente, eran alucinantes como cual droga auditiva

—¿Ahora que quieres Naoya?— soltó Utahime un tanto molesta

—Esa no es forma de dirigirte a mi... querida, no seas tan mal educada amor— comento este aún con sus dedos tocando las teclas, creando ahora una alegre melodía

Aquellas damas guardaron silencio mientras este hombre seguía hablando

—Solo quería darte mis felicitaciones amada mía ... sabía que lograrías llevarte el espectáculo de esta tarde, ¡Bravo!— soltó las manos de manera suave contra las teclas acabando la melodía